Se han confirmado los peores presagios sobre la vacuna Sputink, no tiene efectos secundarios. Los vacunados con las Sputink, bautizada en honor al presidente ruso, salían sonrientes del vacunódromo, sin desplomarse por una apoplejía. Este funcionamiento resulta escandaloso, porque una vacuna debe introducir un elemento de incertidumbre, el pobre vacunado ha de creerse tan importante como para que Bill Gates le coloque un chip en persona.
Más por menos
Suscríbete a Diario de Mallorca y ahorra hasta un 35%
Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.
¿Ya eres premium? Inicia tu sesión aquí