La aparición de ChatGPT puede suponer un cambio tan trascendental como en su día fue internet. Así lo ha asegurado Bill Gates, el famoso cofundador de Microsoft, unas palabras que llegan pocos días después de que el gigante tecnológico haya anunciado que integrará esa herramienta de Inteligencia Artificial (IA) a sus servicios.

"Hasta ahora, la IA podía leer y escribir, pero no entender el contenido. Los nuevos programas como ChatGPT harán más eficientes muchos trabajos de oficina al ayudar a redactar facturas o cartas. Esto cambiará nuestro mundo", ha afirmado en una entrevista al diario financiero alemán Handelsblatt publicada hoy.

ChatGPT es un generador de texto creado por la compañía OpenAI que se sirve de la IA para conversar con los usuarios, pero que también es capaz de responder a todo tipo de preguntas, resumir textos, imitar estilos literarios o componer música. Esta alta capacidad ha despertado una ola de fascinación y tan solo dos meses después de su lanzamiento suma 100 millones de usuarios únicos al mes, lo que la ha convertido en aplicación de consumo de más rápido crecimiento de la historia.

Carrera empresarial

Microsoft hace años que ha apostado por este emergente sector. En 2019 invirtió 1.000 millones de dólares en OpenAI. A mediados de enero, el gigante anunció que añadiría otros 10.000 millones a esa inversión para pasar a controlar el 49% de la empresa creadora de OpenAI. El lunes presentó por todo lo grande la integración de estas herramientas de IA a su buscador Bing y a su navegador Edge, en un claro movimiento para tratar de competir en un mercado que hasta ahora ha dominado Google.

La eclosión de las IA generadoras de textos ha abierto una guerra empresarial en la industria tecnológica a la que cada vez más compañías con la intención de ser los primeros en colonizar un mercado con unas perspectivas de negocio millonarias. Con la participación en OpenAI, Microsoft parece haberse situado al frente de una competición en la que también figuran Alphabet (propietaria de Google y Youtube), Meta (propietaria de Facebook e Instagram) y otros gigantes como el chino Baidu.

Aún así, los sistemas como ChatGPT también han despertado cierto temor por los profundos cambios que su adopción puede suponer en múltiples sectores. Ese temor se ve amplificado por el hecho que los generadores de texto impulsados por IA aún tienen problemas y son capaces de responder falsedades presentándolas como ciertas, lo que puede degenerar en un problema de desinformación. Sin ir más lejos, Google anunció el miércoles su chatbot, llamado Bard, y durante su presentación difundió una información incorrecta. Las acciones de la compañía cayeron un casi un 8%.