Elon Musk puede salirle muy caro su jugada para hacerse con el control de Twitter. La compañía ha sido denunciada por no pagar hasta 136.260 dólares por el alquiler de su oficina en San Francisco, según informó 'Bloomberg' este sábado, citando los documentos judiciales presentados la semana pasada ante el Tribunal Estatal.

Desde que asumió el control de la red social el pasado octubre, Musk ha tomado una serie de medidas drásticas para tratar de reducir los costes de la empresa y sanear sus cuentas. Entre esas medidas están dejar de pagar el alquiler de su sede y de las oficinas que tiene por todo el mundo, según adelantó The New York Times.

En 2017, Twitter cerró un contrato de arrendamiento de siete años por el que pasaba a situar su sede principal en la planta 30 de Hartford Building, un rascacielos ubicado en el distrito financiero de San Francisco. El arrendador del edificio ha optado ahora por denunciar a la compañía después que esta incumpliese el plazo de pago por ese alquiler, que terminaba el pasado 21 de diciembre.

Además de negarse a abonar el alquiler de sus oficinas, Musk ha aplicado otros cambios para recortar los gastos de Twitter como el despido de casi el 60% de su plantilla y se está planteando no pagar indemnizaciones a esos antiguos empleados, lo que podría generarle nuevas denuncias.

Musk está recurriendo a esta brusca estrategia para tratar de reactivar el mermado negocio de Twitter, en aras de recuperar su inversión, de 44.000 millones de dólares, muy por encima del valor real que tenía la plataforma. Aún así, la oleada de decisiones polémicas están golpeando directamente la fortuna del magnate. En los últimos meses, Musk ha logrado ser la primera persona de la historia en perder 200.000 millones de dólares de patrimonio.