Google mantiene sus planes de entorpecer el desarrollo de extensiones dedicadas al bloqueo de anuncios en su navegador, Google Chrome, que inutilizará a partir de enero del próximo año.

La compañía de Mountain View controla su navegador a través del denominado Manifest, un archivo de texto en el que se indican algunas de las especificaciones de las extensiones del navegador. En este documento, la compañía define cuáles son los recursos del sistema disponibles, los permisos que otorga a las extensiones o las interfaces de programación de aplicaciones (APIs, por sus siglas en inglés) a cuyas funcionalidades tienen acceso.

La compañía publicó una propuesta de cambios en su base de código abierto de su navegador, Chromium, en la que detalló una serie de medidas aplicadas a una API específica, WebRequest. Debido a estos cambios, la mayoría de las funciones de los bloqueadores de anuncios serían eliminadas. Entonces, Google justificó que, con esta acción, buscaba mejorar la velocidad del navegador al no tener que depender de que estas extensiones filtrasen las peticiones de red. Asimismo, dijo que así se protegería la privacidad de los usuarios.

En septiembre de 2021, Google publicó una línea temporal sobre el soporte que ofrece a la V2 de Manifest, una hoja de ruta que señalaba como punto de inicio de su descontinuación enero de 2022. En relación a su plan de acción para 2023, esta hoja de ruta contemplaba que en enero de 2023 los desarrolladores dejarían de tener la oportunidad de actualizar sus extensiones en Manifest V2 y que en junio de 2023 estas dejarían de ejecutarse en Chrome.

De ese modo, el Manifest V3 invalida la API WebRequest para desarrolladores, formato que permite la integración de estas extensiones en el navegador y expandir sus funciones de bloqueo. En realidad, esta API permite observar el tráfico entre el navegador y un sitio web para, a continuación, modificar o bloquear las peticiones a ciertos dominios, según explica Chrome en su página para desarrolladores.

Oportunidad para los hackers

Sin embargo, esta característica también permite a los hackers secuestrar las credenciales de los usuarios e incluso modificar y añadir publicidad adicional en las páginas web, tal y como destaca The Verge, motivo por el que Google la habría deshabilitado.

De esa manera, en Manifest V3, la API WebRequest se ha sustituido por Declarative Net Request, cuyo funcionamiento ya adelantó Google en su blog en junio de 2019. A diferencia de la primera, la nueva interfaz revisa la solicitud a las extensiones de bloqueo y registran normas que indican al navegador qué hacer si se filtran ciertos tipos de solicitudes.

Este cambio coincide con los registros de la compañía presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos al cierre de 2021. En ellos se cita como "factor de riesgo" las "nuevas y existentes tecnologías que bloquean anuncios en línea".

Los desarrolladores de estos bloqueadores de anuncios han mostrado su preocupación por las posibles consecuencias de este cambio en otros navegadores que se basan en Chromium, como Microsoft Edge, Opera y Brave, según ha apuntado dicho medio estadounidense.