El otoño es, para muchos, la estación del año en la que nota una caída mayor de su cabello. Y es que, a pesar de que el pelo se cae a diario ya que es algo normal dentro del ciclo capilar - lo normal es que una persona sana pierda unos 100 cabellos al día - con la llegada de septiembre, la bajada de temperaturas y el inicio del otoño esta caída puede ser más acusada por diversos factores.

Por una parte, venimos del verano, una época complicada para el cabello que solemos castigar con sol, cloro, sal, etc, por lo que es normal que el pelo esté ahora más débil y pueda caerse más. Por otra parte, el otoño coincide con la vuelta a la rutina que también genera estrés y ansiedad, un factor que influye mucho en la caída capilar, como la falta de hierro y otras vitaminas, que causan que se debilite nuestro cabello. Además, desde el inicio de la pandemia, debemos añadir un factor nuevo: el coronavirus, que provoca caída capilar a los 2-3 meses de haber pasado la enfermedad, aunque algunos pacientes la sufren de forma inmediata.

"La caída del pelo en otoño se conoce como efluvio telógeno y, aunque podemos llegar a perder el doble de cabellos que, en otro momento, no tiene por qué ser preocupante, porque es reversible", señala la farmacéutica Rocío Escalante, que sin embargo aconseja acudir a un profesional si observamos una pérdida acusada de densidad en nuestro pelo.

Para hacer frente a la caída de cabello te proponemos el siguiente ritual para que nuestra melena no sufra los efectos negativos del otoño:

  • Masajear el cuero cabelludo con un aceite capilar antes del lavado. Con este masaje activamos la microcirculación, haciendo que el tratamiento que se aplica después sea más efectivo.
  • Elegir un champú de tratamiento específico - anticaída o fortificante - para tratar el cuero cabelludo y otro champú para cuidar la melena (según sus características: pelo teñido, pelo fino, pelo rizado*).
  • Aplicar el acondicionador o mascarilla según tipo de cabello.
  • Aplicar el tratamiento anticaída, que ayudará a mejorar el anclaje del cabello, la microcirculación en el cuero cabelludo y el aporte de nutrientes.
  • Es importante llevar unos hábitos saludables, una alimentación sana y equilibrada, y evitar el estrés practicando deporte, mantener una buena higiene del sueño, etc.