Existe un sonido que emiten los gatos que a la mayoría de los dueños les encanta. Se suele asociar con el bienestar del animal y puede resultar muy reconfortante. Este es el ronroneo, un sonido que producen los felinos con la boca cerrada, como un murmuro, en un tono más grave que el maullido. De hecho, todos los gatos lo hacen, pero a diferente volumen, hay mascotas que tienen un ronroneo más alto o más bajo.

Ese sonido tan característico de los felinos suele significar bienestar, confianza, confort... sobre todo cuando son acariciados, cuando están dormidos a nuestro lado, cuando su madre les amamanta, cuando comen o cuando se limpian entre ellos. Es decir, los gatos ronronean cuando se encuentran en un estado placentero.

Sin embargo, hay ocasiones en las que el gato ronroneará y no estará a gusto, sino que quiere expresar miedo, estrés, dolor o hambre. ¿Por qué ocurre esto? Lo cierto es que el ronroneo tiene un efecto tranquilizante en los propios felinos y consiguen llegar a un estado de relajación con él. Por eso, por ejemplo, cuando las gatas van a dar a luz, emiten este sonido para regularlos e incluso para guiar a sus crías hasta la madre para poder amamantarlas. De hecho, los veterinarios afirman que los gatos que están muy enfermos o se están muriendo también lo hacen.

Para los humanos, el ronroneo de los gatos también es beneficioso y es que tiene un efecto tranquilizador que ayuda a que liberemos hormonas de felicidad. Tener un gato sobre el regazo reduce la presión sanguínea, el estrés y regula trastornos de sueño.

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