En diciembre del pasado año, Isabel Presyler y Mario Vargas Llosa pusieron fin a su relación tras ocho años, según adelantó en exclusiva la revista '¡Hola!' "Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente", decía ella para la publicación, en la que ha aclarado que no existen terceras personas.

"No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión”, apunta.

Tras varias semanas de descanso alejado del foco mediático y disfrutando de su Perú natal en compañía de sus hijos y de su mujer, Patricia Llosa, Mario Vargas Llosa retoma sus compromisos profesionales en España. Días después de reaparecer en nuestro país y dejar en el aire, qué opina de los rumores que relacionan a Isabel Preysler con el viudo de la Duquesa de Alba, Alfonso Díez -tras la cena con amigos que compartieron recientemente- el Premio Nobel ha protagonizado en el Instituto Cervantes el ciclo literario 'El fuego de la imaginación'.

Un escenario muy especial, puesto que fue en la sede madrileña del Cervantes, donde el peruano celebró en 2020, presumiendo de su felicidad al lado de la madre de Tamara Falcó, el décimo aniversario de su premio Nobel de Literatura, y en el que Mario ha vuelto a demostrar que a sus 87 años recién cumplidos está en plena forma.

Sonriente, cómodo y muy cercano con sus seguidores, el escritor -que en esta ocasión no ha estado acompañado por ninguno de sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo, muy pendientes de su padre desde que rompió con Isabel Preysler- ha recordado sus inicios en la literatura.

Señaló cómo leía a Borges "a escondidas", cómo aprendió a hablar francés rodeado de "miraflorinas de bien" y "chicas guapas" que se reían de su "acento vulgar" y cómo, con el paso de los años, hay textos suyos en los que no se reconoce: "Muchos no los reconozco porque están escritos hace mucho tiempo y otros, defienden unas posiciones que ya no son las mías, pero, al mismo tiempo, creo que todo eso constituye la historia de un escritor".

Ha sido tras el acto, y tras dedicar varios minutos a sus incondicionales -"me gustaría tener tantos lectores como admiradores" ha bromeado- cuando Vargas Llosa ha sorprendido con la confesión más inesperada; y es que aunque se mantiene firme en su postura de "no voy a hablar de Isabel de ninguna manera" y a pesar de que reconoce que no ha hablado con ella desde su ruptura hace cuatro meses, sí confiesa que le gustaría poder tener una amistad con la 'reina de corazones' algún día: "Sí, claro que sí. Por supuesto" ha afirmado.