Caitlyn Jenner y su transición de género

Caitlyn Jenner es actualmente conocida como miembro de una de las familias más famosas de todo el mundo, las Kardashians – Jenner: socialites, influencers, estrellas de la clase alta que captan la atención de los medios y exponen todos los detalles de su vida en televisión. Pero el pasado de Caitlyn proviene de unas raíces muy distintas. Ella se llamó antes Bruce Jenner, decatleta olímpico, orador, empresario exitoso… la encarnación de todo lo que a mediados de los 70 se esperaba del héroe americano.

 

Tras haber derrotado a la gran potencia deportiva soviética y convertirse a sí mismo en una marca de éxito, se casó y se separó dos veces para después contraer matrimonio con Kristen Houghton, por entonces recién divorciada del abogado Robert Kardashian, con quien había tenido tres hijas y un hijo (Kourtney, Kim, Khloe y Rob). La nueva pareja amplió aún más la familia con otras dos niñas (Kendall y Kylie) y todos juntos alcanzaron la fama gracias a su propio 'reality show', 'Keeping up with the Kardashians'.

Ya no era el exatleta olímpico que emocionó a una nación, ahora era el padrastro de Kim y el suegro del rapero Kanye West, pero su tercer compromiso con Houghton también terminó en 2015. Durante ese período, era obvio que Jenner se estaba sometiendo a operaciones de cirugía estética para afinar sus rasgos. Y, un mes después, se confesó en una entrevista en directo retransmitida por la cadena ABC: "A todos los efectos, soy una mujer". Aquellas declaraciones y la viral edición que la revista Vanity Fair lanzó con su imagen en portada y el título "llamadme Caitlyn", dieron la vuelta al mundo y ayudaron a normalizar la transexualidad. Especialmente viendo que aunque su identidad cambiara, su figura continuaba siendo la misma dentro de la famosa familia, seguía siendo "papá". 

Michael J. Fox y su Párkinson temprano

El actor que interpretó a Marty McFly en la trilogía de 'Regreso al futuro' convive con el Párkinson desde 1991. Fue meses después del estreno de la tercera entrega de la saga cuando un neurólogo, al que el actor había visitado por unos dolores aparentemente normales, le diagnosticó párkinsonTenía solo 30 años y estaba en la cima de su carrera. Logró compaginar su enfermedad con su trabajo en el mundo de la interpretación durante casi tres décadas, hasta que en 2020 anunció su retirada definitiva. 

En el año 2000 puso en marcha la Fundación Michael J. Fox para investigar el párkinson y ayudar a personas que, como él, lo padecen. Desde entonces ha recaudado 1.000 millones de euros para la causa y su equipo científico acaba de descubrir un biomarcador que permitiría detectar la enfermedad antes de que se manifieste, hallazgo que ayudaría a desarrollar nuevas y mejores líneas de tratamiento.

El actor Michael J. Fox ganador de un Oscar honorífico por su lucha contra el Parkinson, en 2022. Reuters

Robert Redford y la muerte súbita de su hijo

Robert Redford, uno de los actores más famosos y de más larga trayectoria de Hollywood, dio sus primeros pasos en el mundo de la interpretación cuando se inscribió en la Academia estadounidense de Arte Dramático en 1957. Allí se enamoró del oficio, pero también de una joven llamada Lola van Wagenen, con quien se casaría un año más tarde. En 1959, la pareja daba la bienvenida a su primer hijo, Scott. Redford acababa de empezar a despuntar en su carrera y la vida le sonreía, pero apenas dos meses después de su nacimiento, el bebé falleció por muerte súbita, un síndrome apenas conocido entonces.

Ocurre en niños menores de un año de edad, aparentemente saludables, que suelen fallecer durante el sueño y sin una causa definida. Pero la muerte de su hijo cambió para siempre al actor: "Como padre tiendes a culparte a ti mismo, eso te deja una marca que nunca se curará", ha explicado en varias ocasiones. Lejos de hundirse, luchó junto a su mujer para salir adelante, y decidieron tener más hijos: Shawna, Amy y James, aunque, lamentablemente, este último falleció también en 2020 a causa de un cáncer de hígado para el que esperaba un trasplante.

Robert Redford, en la película 'The Old Man & The Gun'. Eric Zachanowich

4- Juan Carlos Unzué y su diagnostico de ELA

Juan Carlos Unzué es un exfutbolista conocido por su papel como portero en equipos como el Osasuna, el FC Barcelona y el Sevilla, donde jugó más de 200 partidos. Aunque, posteriormente, también fue entrenador del Celta de Vigo, y segundo entrenador del FC Barcelona, además de estar al frente del Numancia y del Girona en segunda división. Puso fin a su carrera deportiva en el año 2020, cuando fue diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica).

Desde aquel momento comenzó a ejercer como activista, y actualmente es una de las caras más visibles en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los enfermos, sobre todo reivindicando la tramitación de una ley del ELA y denunciando la falta de ayudas económicas que existen cuando llega el momento en el que los pacientes comienzan a necesitar asistencia especializada las 24 horas del día. "Esta es una enfermedad clasista y yo soy un privilegiado porque, por el tipo de vida que he tenido, el dinero no me va a condicionar, pero al 95% de mis compañeros de enfermedad sí les condiciona. Son muchos los que deciden dejarse morir porque sienten que son una carga económica para su familia, y eso es un autentico fracaso para la sociedad", declaraba en una entrevista para el podcast The Wild Project. 

Maria, la hija de Juan Carlos, y Maria, la esposa, arropan al navarro en el Camp Nou. Jordi Cotrina

Carme Elias, por un alzheimer digno

La reconocida actriz Carme Elias, había memorizado sin problema a lo largo de su vida papeles tan complejos como el de Marta de 'Terra Baixa' y se había dejado querer por la cámara en 'La flor de mi secreto', de Pedro Almodóvar, o 'Camino', película con la que ganó el Goya a la mejor actriz. Por eso tardó en saber que los extraños fallos de memoria que estaba sufriendo eran los primeros síntomas de un alzhéimer que le diagnosticaron en 2019

Desde entonces, ha optado por narrar sus vivencias sin tapujos, pero también sin lágrimas, porque asegura que no quiere que la tristeza se apodere de la última etapa de su vida, y que mostrarse como voz y cara de la enfermedad la ha ayudado a ella misma. Asegura que no tiene problema en encarar el final y defiende su derecho a una muerte digna. "He tenido una vida de la que no me puedo quejar y he podido ejercer mi profesión. No me da miedo la muerte, pero no tiene sentido que siga aquí cuando mi cerebro ya no esté. Quiero tener una muerte digna, irme antes de que mi yo desaparezca del todo por el alzhéimer", explica en su libro, 'Cuando ya no sea yo'.

Carme Elias esta semana en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Joan Cortadellas