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Victoria Federica: ha nacido una 'influencer' para blanquear a los 'borbones'

En seis meses, ha salido del segundo plano en la foto familiar para ser icono pop, blanco de meme, carne de portada y desacomplejada defensora del abuelo desterrado

Victoria Federica.

Hace poco más de seis meses, Victoria Federica, hija la infanta Elena y Jaime de Marichalarvivía lejos de los focos. Todo lo lejos, claro, que puede vivir un miembro la Familia Real. Tenía la cuenta de Instagram privada, era tímida ante las cámaras y destacaba por, en ocasiones violentamente, rechazar cualquier contacto con los periodistas. Pero el 29 de octubre de 2021 decidió posar, por primera vez, en un 'photocall'. Vistiendo un espectacular traje de terciopelo de Lorenzo Caprile, lo usó como el relanzamiento de su vida pública, que acababa de dar un volantazo profesional hacia el mundo influencer cuando, solo hacía unas horas, había quitado el candado de su Instagram y convertido su intimidad en un negocio de exposición pública. 

¿Por qué? En teoría, para limpiar su imagen y mostrar que la que se difunde de ella "no es verdadera", según contó a 'ELLE'. Pero ¿qué hace falta para forjar una nueva ‘influencer’ de la noche a la mañana?

1) Nuevo icono de moda

"En cuatro meses como 'influencer' no ha dejado de trabajar", contaba la revista 'Vanity Fair' en febrero de este mismo año. Estos esfuerzos se traducen en un crecimiento de casi 160 mil seguidores en medio año. Es innegable que su popularidad ha crecido a una inusual velocidad, gracias, en parte, a una prensa de la moda que la ha recibido con los brazos abiertos: desde la revista británica 'Tatler', especialista en aristocracia, que la ha elevado a la categoría de icono de la moda real española, contestándole el puesto a Letizia, hasta el magazín 'Elle', cuya edición nacional ha aprovechado este nuevo tirón como influencer para darle su primera portada. 

Victoria Federica en diferentes etapas.

Este arduo trabajo al que apelaba 'Vanity Fair', y que claramente cuenta con una pensada estrategia, ha consistido, sobre todo, en pasearse por las alfombras más destacables del país vistiendo glamur de la mano de firmas como Bleis Madrid o Caprile. Aunque no exclusivamente: también ha aprendido a rodearse de grandes 'influencers', como María Pombo, y a imitar sus formas. Por ejemplo, documentando todos sus viajes, citando marcas y no dejándose un evento sin fotografiar, dejando constancia de que ha sido invitada. 

Ahora, medio año después de su nueva incursión laboral, cuenta con el respaldo de los grandes nombres nacionales de la industria 'influencer', como Dulceida o Ares Teixidó. Parece que su jugada (y buen asesoramiento) han surtido efecto. Aunque, como apunta Pilar Eyre, esta sobreexposición digital no gusta demasiado ni a su madre ni a la Zarzuela.

En vez de rebotarse contra los memes, proporciona contenido para que las redes sociales lo pasen bien

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2) Carne de meme

Aunque su carrera 'influencer' cuente con una estrategia impoluta, su impacto mediático no solo se basa en alfombras rojas, portadas y paparazis. Los memes han jugado un gran papel para que los focos apuntasen en su dirección. Algo necesario, según apunta la periodista Ana Polo, ya que hasta ahora quien acaparaba "todas las miradas y fotografías era su hermano, Froilán", otro personaje damnificado por los memes constantes. 

El meme más popular que involucra a Victoria Federica es una imagen de 2018 en la que sale ella fumando sobre un patín eléctrico. De forma bastante absurda, cabe añadir, se viralizó la imagen junto al texto "Victoria Federica patín piti". Hizo gracia, se compartió muchísimo y decenas de usuarios empezaron a remixarla, cambiando los elementos y el texto. Acababa de nacer un meme, pero, sobre todo, un icono pop, que aparece desde camisetas hasta alfombras rojas, como cuando la 'performer' Samantha Hudson respondió en los premios Ídolo con "patín piti" a la pregunta: "¿Qué te dice el nombre de Victoria Federica?".

El selfi con Rihanna que publicó en su Instagram.

Además, la hija de la infanta, en vez de rebotarse contra esta memeficación, ha seguido dando cuerda a esta faceta, proporcionando contenido para que las redes sociales se lo pasen bien. Como la foto junto a Rihanna (que también fue carne de meme) y 'stories' más divertidas, que rompen con la estética inmaculada que suele definir a las influencers con las que se junta, pero que le aseguran, siempre, estar presente en la conversación digital.

3) Polémicas familiares, pandémicas y raciales

Según especuló Nuria Miró, presentadora de 'Socialité', a algunos compañeros influencers les molesta que aparezca en revistas. Quizá, porque la llaman para sitios donde ellos no salen. También, porque sus primeras apariciones públicas antes de convertirse en 'influencers' iban acompañadas de polémicas, como los encontronazos con periodistas, el ignorar las restricciones de movilidad en plena pandemia, acudir a fiestas privadas en 2020 o el maquillaje efecto bronceado y las trenzas que rozaban la apropiación cultural gitana, exotizando su estética que actualmente se relaciona con la esencia y el tradicionalismo español.

Aunque, sin duda, una de las más sonadas y comentadas polémicas fue el uso de las 'tarjetas black 'de su abuelo para viajes en Uber, compras personales y el mantenimiento de una yegua de competición. Y a pesar de que algunos influencers no se sienten cómodos con su relación con su abuelo, Victoria Federica no se corta en decir que es su "persona favorita" y su segundo padre, además de bañarlo en elogios y de afirmar que "ha hecho mucho por España".

De hecho, este fue uno de los temas estrella cuando la popularidad de la hija de la infanta Elena empezó a crecer como la espuma: "¿Estamos ignorando que usó las tarjetas black de Juan Carlos I y ahora quiere blanquear su imagen en Instagram?", comentaba en Twitter uno de los cientos de usuarios que se han mostrado críticos con su ascenso mediático.

4) 'Barce', su novio DJ

En su despegue como 'it girl' de Instagram, Victoria Federica también ha alzado la figura de su novio, Jorge Bárcenas –que no tiene nada que ver con el extresorero del PP–. A pesar del empujón mediático, el joven de 23 años ya era conocido en la noche madrileña. 'Barce', su nombre artístico, tiene un caché de 900 euros por pinchar una noche. Sin orígenes aristocráticos –es hijo de empresarios–, rechaza hablar de cualquier cosa que no sea de música: "Ni de vida personal, familia, ni política, de nada", aseguran sus representantes. 

Victoria Federica y Jorge Bárcenas. EP

Ahora, sin embargo, según informó la periodista Clara Courel en Mediaset, Victoria Federica intentó que no se hablase en el 'Hola' de la supuesta crisis amorosa que está viviendo con 'Barce'. Ese mismo día, salieron a desmentirlo, paseando de la mano por Madrid. Quizá, según apuntan otros comentadores, es una estrategia publicitaria porque ya tienen cerrada su asistencia en el desfile de Pronovias, para el cual cobraron por su caché.

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