A pesar de que es una de las ubicaciones más comunes en todas las casas por la distribución de las baldas de la nevera, la leche no debe colocarse en la puerta. ¿Cuál es el motivo?

Además de mantener el electrodoméstico limpio y ordenado, el lugar donde coloques los alimentos tiene mucha importancia. Lo cierto es que cada parte de la nevera tiene distintas funciones para conservar los alimentos. Lo importante aquí no es la facilidad de acceso, sino la temperatura que tiene cada zona de la nevera.

Según recomendaciones de la Fundación de Alimentación Saludable, la temperatura de la nevera debe estar, en primer lugar, entre uno y cuatro grados centígrados para asegurarnos que ningún alimento sube de esa temperatura. Por ese motivo, también, es fundamental no meter productos que estén calientes en el refrigerador porque desestabiliza la temperatura del resto de alimentos.

Así es como tienes que organizar la nevera para que los alimentos duren más tiempo

En las estanterías superiores, lo ideal es guardar los alimentos que no necesitan tanto frío como otros: huevos, yogures, conservas, leche... En las de en medio debemos poner los embutidos, los platos cocinados, los postres y los quesos, mientras que en la parte de abajo, que es la más fría de la nevera, deben colocarse las frutas, verduras y hortalizas. Los cajones que tienen todos los frigoríficos, que son la zona con la temperatura más baja, deben tener la carne y el pescado.

La puerta, por tanto, al ser la zona que más variaciones de temperatura sufre al abrirla y cerrarla, es para productos como salsas, mantequillas, mermeladas, zumos... pero nunca huevos y leche.