En los años 50 se inició la producción de los hornos de microondas, aunque no fue hasta los años 70 cuando este electrodoméstico se popularizó en los hogares estadounidenses. En España, su adopción se produjo más tarde, aproximadamente entre finales de los años 80 y la década de los 90.

Este innovador dispositivo transformó la manera de cocinar en los hogares y aceleró los tiempos de preparación de los alimentos. Hasta el día de hoy, sigue siendo una herramienta sumamente práctica que permite cocinar platos saludables y deliciosos en cuestión de minutos.

No obstante, aún existe un gran número de personas que desconocen cómo utilizarlo correctamente. Por un lado, es importante tener en cuenta que no todos los alimentos se cocinan adecuadamente en el microondas, ya que algunos pueden perder sabor, textura o propiedades. Por otro lado, es fundamental prestar atención a la forma en que se colocan los alimentos en el interior del microondas, algo que a menudo se hace incorrectamente.

Cómo colocar las cosas en el microondas

Calentar los alimentos en el microondas de manera uniforme no es tan obvio como parece. A menudo, tendemos a colocarlos en el centro del plato, pero esto puede provocar que algunas partes queden frías mientras otras se queman. Un truco revelado por la cuenta de Instagram @organizando.asesoria, especializada en consejos de orden y cocina, nos enseña la forma correcta de calentar los alimentos en el microondas.

En lugar de situar los alimentos en el centro del plato, es mejor colocarlos en uno de los extremos. De esta manera, al girar el plato, se distribuirá el calor de manera homogénea por todos los lados, calentando los alimentos de forma uniforme.

Además de la ubicación de los alimentos, hay otros consejos que debemos tener en cuenta para un calentamiento adecuado en el microondas, tanto para su funcionamiento como para la seguridad:

  1. Utiliza recipientes aptos para microondas: es esencial asegurarse de que los recipientes y envases que utilicemos sean seguros para su uso en el microondas. Evita los recipientes metálicos, ya que pueden causar chispas o dañar el microondas. Opta por recipientes de vidrio, cerámica o plástico apto para microondas, que no estén demasiado calientes al tacto.
  2. Distribuye los alimentos de manera uniforme: para un calentamiento homogéneo, coloca los alimentos en el centro del plato o recipiente, distribuyéndolos de forma equitativa. Evita amontonarlos o apilarlos, ya que esto puede generar áreas con calentamiento desigual.
  3. Cubre los alimentos: utilizar una tapa apta para microondas o papel film perforado para cubrir los alimentos ayuda a retener la humedad y acelera el proceso de calentamiento. Al hacer pequeños agujeros en el papel film, permites que el vapor escape sin generar una acumulación excesiva de presión.
  4. Revuelve o remueve los alimentos durante el calentamiento: si estás calentando alimentos en un recipiente grande, es recomendable removerlos a mitad del tiempo de calentamiento. Esto ayudará a distribuir el calor de manera uniforme y evitará que algunos puntos se calienten en exceso mientras otros quedan fríos.
  5. Ajusta el tiempo y la potencia de cocción: sigue las instrucciones del fabricante o experimenta con diferentes ajustes de tiempo y potencia para cada tipo de alimento. Algunos alimentos requieren menos tiempo y una potencia más baja, mientras que otros necesitan más tiempo y una potencia más alta. Encuentra el equilibrio adecuado para cada caso.

Recuerda siempre tener precaución al manipular alimentos calientes. Utiliza guantes o agarraderas para proteger tus manos y evita el contacto directo con los recipientes calientes. Con estos consejos, podrás disfrutar de alimentos calentados de manera uniforme y deliciosa gracias al microondas.