Encontrar una hormiga por casa es bastante común: estos pequeños insectos pueden aparecer en cualquier momento del año, aunque su actividad puede variar según la temporada y la región geográfica. El primer impulso cuando encontramos estos bichitos es acabar con ellos inmediatamente: pero mucho ojo, no es lo más conveniente.
Los motivos por los que las hormigas se convierten en un habitante más de la casa son diversos: el más común, la búsqueda de alimento. Por esta razón es normal que aparezcan cuando dejamos algo de azúcar o pan en la encimera o la mesa de la cocina.
También pueden incursionar en casa para buscar agua, por lo que se situarán en zonas cercanas a áreas húmedas como los grifos, fuentes o fugas. Ante lluvias intensas o climas extremos, las hormigas también pueden entrar en casa para buscar refugio.
Si el problema persiste, las hormigas pueden convertirse en una molestia en el hogar y, en algunos casos, pueden causar problemas más graves: el más común, la contaminación de alimentos, el daño de las maderas y muebles, las picaduras, el daño a las plantas o la simple y molestia situación de tener la casa llena de bichos.
Por qué no deberías matar a las hormigas si las ves por tu casa
El tiktoker Jordan Howlett ha publicado un vídeo de en esta famosa red social donde ha explicado qué es lo que puede ocurrir si eliminamos a la hormiga cuando nos la encontramos. Este es el primer impulso que le nace a muchas personas: coger una sandalia y pegarle un zapatazo, un trozo de papel o aplastarla símplemente con el dedo.
La explicación de por qué deberíamos evitar matar a las hormigas las sorprendamos en casa es sencilla: al morir, este insecto emite un olor que llama al resto de compañeras, por lo que podría provocar que aparecieran muchos más miembros llamadas por las feromonas que despierta el cadaver.
