Los productos ricos en proteínas han conseguido mucha fama durante los últimos años. Además, con su promesa de que contiene un alto nivel de este nutriente, suelen ser bajos en calorías.

Los más famosos, además de los suplementos alimenticios, son los dulces como las natillas, yogures o helados, que prometen tener menos contenido en grasas, azúcares y menos calorías, pero aportando un alto nivel de proteínas.

Hoy en día, este tipo de productos pueden encontrarse en todos los supermercados y se caracterizan por ser más caros que los normales. La nueva gama de helados proteicos Gelatelli del Lidl es un ejemplo.

Pueden encontrarse de muchos tipos. En tarrina, sabores cookies and cream (galletas y crema), salted caramel (caramelo salado) y creamy chocolate (chocolate cremoso); en formato barrita de chocolate blanco crujiente, chocolate crujiente o nata y galletas y tipo bombón de chocolate y vainilla y chocolate con almendras y vainilla.

¿Son saludables los helados altos en proteínas?

Analizando los helados "High protein" de Gelatelli, observamos que la cantidad de proteínas que contiene no es mucho más alta que las que contiene un huevo y que abundan los azúcares, grasas saturadas y aditivos.

Las barritas de helado (concretamente la de chocolate) tienen cinco gramos de proteínas por unidad, más que un helado convencional, aunque sin considerarse una gran cantidad. Cuenta también con una gran cantidad de azúcares añadidos, unos 11,2 gramos por unidad, similar a un helado convencional del mismo tamaño. También tiene aditivos poco saludables con un aporte calórico de 145 kcal la unidad.

Los helados tipo bombón (el de chocolate y almendra) tan solo tienen tres gramos de proteínas por unidad y aunque tienen bastante menos azúcar que la barrita (3,2 gramos) también contiene muchos aditivos. Su aporte energético es de 126 kcal por unidad.

Las tarrinas de helado (la de chocolate) tiene 295 kcal por todo el envase, 8,2 gramos de azúcares por 100 gramos y 8,4 gramos de proteínas por 100 gramos.

Lo cierto es que la cantidad de proteínas que contiene se puede conseguir comiéndose un huevo o un vaso de leche sin necesidad de ingerir todos los azúcares, grasas saturadas y aditivos que tiene el helado.

Las recomendaciones de los nutricionistas, en cualquier caso, se centran en permitirse comer de forma esporádica helados convencionales para saciar las ganas de dulce y no generar una obsesión y restricción hacia estos productos, priorizando así la salud mental.