-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Nunca es demasiado tarde para triunfar?"

-Me gusta que la vida me sorprenda y, después de actuar en un centenar de obras de teatro, una película ha hecho que me conozcan incluso fuera de Mallorca.

-¿Cambiaría el éxito por tener treinta años menos?

-El éxito no es nada, tío, es la misma sensación que cuando te felicitan por la fruta que repartes. Siempre he estado en contra de la importancia desmesurada que se da a los tenistas o a los actores.

-En efecto, el actor revelación sirve vegetales a domicilio.

-Tengo una furgoneta, con la que en verano reparto frutas y verduras a Son Amar y a algún otro cliente.

-El actor revelación también trabajaba en hostelería.

-Perdí treinta años en un hotel. Los hoteleros se creen los amos de Mallorca, están convencidos de que les hemos de besar los pies porque nos dan trabajo. La realidad es la contraria, ellos se han enriquecido con nuestro esfuerzo.

-Si fuera usted madrileño, estaría nominado a un premio ´Goya´ por ´Yo´.

-No sé si los académicos van al cine. Estoy de acuerdo en que, si Yo fuera madrileña, estaría nominada al Goya. En mi caso, podría ser candidato, pero esta película ya me ha dado demasiado. La he ido descubriendo cuando otros la descubrían.

-Usted es la persona más mallorquina a la que he visto en cine o teatro.

-Soy muy mallorquín, no necesito sentírmelo. España es otro país, como Francia o Inglaterra.

-Tengo la sensación de que no le he visto actuar, de que usted es así.

-No soy así, coño. Soy actor. Todos tenemos algo del personaje. Si no tiene nada mío, le digo al director, "dáselo a otro, porque lo aprovechará más". En Yo, copié algún rasgo de un hombre de Bunyola con el que nunca había hablado.

-Usted escribió las frases de su personaje en ´Yo´.

-No querían que memorizara, para que no perdiera el acento. Frases como "hay que ser un poco puta" o "él ya se había muerto una vez", son mías.

-Qué lo son de raros los alemanes.

-En Yo se enfrentan dos mundos alemanes. El déspota, el que mejor conocemos en Mallorca, y Hans, que es otra cosa. Refleja lo ocurrido en la isla, donde la mujer limpia el retrete después de haber vendido la finca. Los mallorquines tenemos una tendencia a no amar lo nuestro.

-´Yo´ no transcurre en su Bunyola natal, sino en Estellencs.

-Es igual que Bunyola, aunque más cerrado por las montañas. Lo conocí palmo a palmo.

-Usted fue Miquelet. Los mallorquines, siempre en diminutivo por si acaso.

-Con su tipo de vida, nunca será Miquel. Los mallorquines vamos de humildes.

-Fue usted el actor de más edad que interpretó a Joan Petit.

-Todavía lo hago. El teatro es un juego, y jugar es una actividad infantil. Hoy me encuentro a treintañeros que me identifican como el Joan Petit de su niñez, por la voz.

-Lástima que los lectores no puedan escuchar esa voz, entenderían mucho mejor esta entrevista.

-Me lo dicen últimamente, pese a que yo siempre había pensado que mi voz no funcionaba. De repente, hasta mis ojos son atractivos.

-¿No se le ha pasado el arroz para hacer un Hamlet?

-El montaje que preparo se titula Playing Hamlet, pero me ajusto a la edad del personaje. Contiene el monólogo de la mejor obra de teatro del mundo, ojalá tuviera los años y el físico para interpretar a su protagonista.

-¿´Teatro regional´ es peyorativo?

-No lo desprecio, es una joya de su época. Para muchos actores ha sido mejor que una escuela de arte dramático, y ahí están autores como Pere Capellà o Joan Mas.

-¿Cuántas veces se había preguntado "por qué Xesc Forteza y no yo"?

-He tenido más éxito que Xesc Forteza, y no le admiro. Era un buen actor, pero se le puede reprochar que no montara un abanico de obras más amplio. Disponía del público, el dinero y las subvenciones para hacerlo.

-Los solteros siempre son sospechosos.

-En efecto, y ser sospechoso es una virtud.

-¿Se equivocó al nacer en Mallorca?

-¿Debería haberme marchado a estudiar fuera? Estoy aquí y esto es lo que hay.

-¿Usted siempre se conforma?

-Soy un rebelde, y mi rebeldía crece con la edad. No escondo la mano ni considero que el teatro sea un pasatiempo. Tiene la misión de decir cosas, es un arma de fuego.