Nacido en Jamaica, muerto en Miami y quizás alguna vez finalmente enterrado en Etiopía, el músico de reggae Bob Marley hubiera cumplido ayer 60 años. Desde hace días sus seguidores, con trenzas rastas y gorritos de punto, se congregan en Etiopía para celebrar el 60 aniversario de su nacimiento, que es conmemorado con exposiciones artísticas y festivales.

A la población local no le resultan ajenos estos tipos con rastas, ya que tan sólo a un par de horas de Addis hay todo un pueblo con gente de aspecto similar. Sin embargo no caen del todo bien a los etíopes, porque los rastas en vez de mascar las hojas de khat, como es común en Etiopía, fuman la hierba de olor dulzón. Bob Marley fue fruto de una relación infeliz: un oficial de la Marina británica dejó embarazada en 1944 a una joven jamaicana y desapareció de su vida. El pequeño Bob abandonó el pueblo cuando tenía 14 años y se las ingenió para sobrevivir como músico en los barrios más desfavorecidos de Kingston, la capital de Jamaica.

A mediados de los años 60 le sucedieron dos hechos decisivos: se casó con la cantante cubana Rita, que integraba su banda, y el emperador etíope Haile Selassie visitó Jamaica. Por aquel entonces, Haile Selassie era adorado en Jamaica como un Dios sobre la Tierra por un grupo parecido a una secta. El movimiento lleva el nombre del emperador etíope antes de su coronación, Ras Tafari, y está integrado en general por jamaicanos negros a la búsqueda de sus raíces africanas. En Etiopía veneran el único territorio africano que ha resistido a la colonización. Y Bob encontró entre los rastafaris su patria espiritual y se convirtió desde entonces en su misionero más renombrado. A principios de los años 70, Marley grabó los primeros álbumes de reggae. I shot the sheriff, más tarde interpretado por Eric Clapton, y No woman, no cry fueron algunos de sus más grandes éxitos.

A los 36 años, los médicos le diagnosticaron cáncer de piel. Se trató en Alemania pero decidió morir en su patria. Sin embargo no logró llegar hasta la isla caribeña y falleció en Miami el 11 de mayo de 1981. Tampoco se pudo cumplir hasta ahora su deseo de ser sepultado en Etiopía, país al que sólo visitó una vez. Pero su viuda Rita no se deja vencer. Si ese era su deseo, algún día se concretará, asegura.