Una nueva investigación sobre los misteriosos filamentos que cuelgan en el espacio alrededor del corazón de la Vía Láctea ha revelado una población completamente desconocida hasta hoy de cientos de estas enigmáticas estructuras, conformando una extraña "telaraña cósmica" que apunta en la dirección del centro galáctico: concretamente, se orienta hacia Sagitario A*, el agujero negro supermasivo de la Vía Láctea.

Un equipo internacional de astrofísicos liderado por la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, ha descubierto una estructura completamente desconocida en el centro de la Vía Láctea, localizada aproximadamente a unos 25.000 años luz de distancia de la Tierra. Se trata de un conjunto de cientos de filamentos o “hilos” horizontales que se extienden en dirección hacia nuestro agujero negro supermasivo, Sagitario A*: los mismos parecen entrelazarse con otros filamentos verticales identificados hace cuatro décadas, creando en conjunto una extraña “telaraña” cósmica. 

Un poco de orden en el caos

Sobre comienzos de la década de 1980, el equipo de científicos dirigido por el astrofísico Farhad Yusef-Zadeh, responsable también del nuevo descubrimiento, identificó gigantescos filamentos unidimensionales que “colgaban” verticalmente cerca de Sagitario A*. Ahora, gracias a nuevos datos aportados por el telescopio MeerKAT, del Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica (SARAO), Yusef-Zadeh y sus colaboradores han descubierto una nueva población de filamentos en el centro galáctico, con características diferentes a los originales. 

En este caso se trata de hilos mucho más cortos y dispuestos de forma horizontal o radial, extendiéndose como los rayos de una rueda desde el agujero negro supermasivo que domina el corazón de la Vía Láctea. “Estos filamentos no son aleatorios, sino que parecen estar vinculados a la “salida” de nuestro agujero negro supermasivo. Al estudiarlos, podemos aprender más sobre el giro del agujero negro y la orientación del disco de acreción. Estas estructuras parecen aportar algo de orden en el marco del caos existente en el núcleo de nuestra galaxia”, indicó Yusef-Zadeh en una nota de prensa.

Un nuevo desafío

Luego de estudiar los filamentos verticales durante cuatro décadas, los científicos se sorprendieron al descubrir sus contrapartes horizontales, conformando en conjunto una misteriosa red cósmica. Según los cálculos de los investigadores, las nuevas estructuras identificadas se habrían formado hace unos 6 millones de años. Se trata de un nuevo desafío para los especialistas, que en distintos estudios previos habían comenzado a desentrañar los misterios de los filamentos verticales y su origen: ahora tendrán que empezar de nuevo con estos filamentos horizontales. 

Aunque los primeros filamentos verticales se identificaron en 1984, fue en 2022 cuando el equipo de Yusef-Zadeh reveló la mayor población de estos hilos cósmicos: casi 1.000 filamentos verticales, que se observaron en pares y grupos, apilados uno al lado del otro simulando las cuerdas de un arpa. Mientras estos filamentos verticales miden hasta 150 años luz de altura, los filamentos horizontales identificados en el nuevo estudio son más pequeños, con una longitud de entre 5 y 10 años luz. Los detalles de estas observaciones pueden encontrarse en un artículo científico cuyo autor principal es Yusef-Zadeh, publicado recientemente en The Astrophysical Journal Letters.

Según los investigadores, estos nuevos hallazgos en el centro galáctico se han concretado gracias al importante avance tecnológico en el campo de la radioastronomía, junto al incremento en el tiempo de observación dedicado. Para identificar los nuevos filamentos horizontales, el equipo de científicos utilizó una técnica específica para eliminar el fondo y suavizar el ruido de las imágenes de MeerKAT, aislando de esta forma los filamentos de las estructuras circundantes.

Referencia

The Population of the Galactic Center Filaments: Position Angle Distribution Reveals a Degree-scale Collimated Outflow from Sgr A* along the Galactic Plane. F. Yusef-Zadeh, R. G. Arendt, M. Wardle and I. Heywood. The Astrophysical Journal Letters (2023). DOI:https://doi.org/10.3847/2041-8213/acd54b