La personalidad de un individuo no radica en su comportamiento ni en sus genes, sino en el cerebro, según un nuevo estudio teórico que propone una serie de hipótesis causales sobre el papel de la personalidad.

Investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech) sostienen que los genes y el entorno son elementos constitutivos de la personalidad, de la que se derivan los comportamientos, pero que la personalidad propiamente dicha se encuentra en alguna parte del cerebro.

En un estudio publicado en la revista Nature Human Behavior, proponen incluso formas de comprobar las relaciones entre todos estos factores y de hallar el lugar exacto donde vive la personalidad en el cerebro.

Según se explica en un comunicado, esta sugerente teoría ha sido formulada por expertos en neurociencia, psicología y filosofía, y podría terminar con una larga discusión en el ámbito científico en torno a la naturaleza de la personalidad y su ubicación.

En principio, los autores describen las características básicas de los estudios sobre la personalidad. Indican que estos estudios han medido o caracterizado la personalidad humana o animal, pero que no han logrado determinar su constitución, cayendo en ambigüedades o imprecisiones.

¿Es la personalidad la suma de nuestros comportamientos y actitudes? ¿Se trata de características condicionadas por aspectos genéticos? ¿Se halla fuertemente influenciada por el entorno, reside en el cerebro o es el resultado de la combinación de todos los factores indicados? Las incógnitas se multiplican, pero hasta el momento las certezas no se han alcanzado.

Una nueva visión

La nueva teoría toma en cuenta las perspectivas y clasificaciones mencionadas y los esfuerzos previos, para arrojar luz sobre una definición concreta de la personalidad, si bien al mismo tiempo remarca que ninguna de esas visiones anteriores alcanza resultados o conclusiones exentas de profundas dudas o imprecisiones.

Por ejemplo, nunca ha quedado claro si los comportamientos, el entorno, la genética o las propias características del cerebro, son las que definen la personalidad.

Para Frederick Eberhardt, uno de los autores principales del estudio, ahora todo está más claro: “los genes y el entorno son la causa de la personalidad, mientras que el comportamiento es el resultado de la personalidad. Sin embargo, ésta se encuentra en el cerebro”, concluye.

¿Influencia mutua?

En contraposición, otros estudios como el realizado con peces cebra en el Instituto Max Planck de Neurobiología en 2020, han concluido que es la personalidad la que provoca cambios en el cerebro.

En dicha investigación se sostiene que los rasgos distintivos de la personalidad surgen rápidamente y se manifiestan en el comportamiento, pero al mismo tiempo generan cambios de gran alcance en el cerebro, que incluso se transmiten a nivel intergeneracional.

¿Se trataría, entonces, de una relación de mutua influencia la que se establece entre la personalidad y el cerebro?

Hipótesis y experimentos comprobables

Los investigadores de California han ido un poco más lejos: desarrollaron una serie de modelos específicos que describen la relación entre la personalidad, los genes y los comportamientos. Al mismo tiempo, han propuesto formas de probar esos modelos utilizando herramientas de la neurociencia.

Además, han desarrollado metodologías que podrían verificar la ubicación precisa de la personalidad en el cerebro, así como también las relaciones que mantiene con otras funciones de importancia, como la memoria y las emociones.

Todo esto lo presentan integrando enfoques psicológicos con el estudio concreto de las redes neuronales que intervienen en los procesos indicados.

Los especialistas concluyen que el trabajo con hipótesis comprobables e, incluso, con experimentos específicos sobre cómo se realiza la personalidad en el cerebro, hará posible conectar los estudios de la personalidad desde el campo de la psicología con la investigación en neurociencia. De ello dependerá que alcancemos una ciencia madura de la personalidad.

Referencia

Personality beyond taxonomy. Dubois, J., Eberhardt, F., Paul, L.K. et al. Nature Human Behaviour (2020).DOI:https://doi.org/10.1038/s41562-020-00989-3

(Una versión anterior de este artículo se publicó por primera vez el 28 de enero de 2021. Se actualiza en esta versión).