Los cuatro acusados de violar a una menor de 15 años en una casa okupada del barrio de Nou Llevant, en Palma, negaron ayer categóricamente durante el juicio haberla agredido sexualmente. El fiscal solicita para todos ellos una pena de 247 años de prisión por este hecho delictivo y por cooperar en las de los otros tres y a uno de ellos le procesa por favorecer la prostitución. No obtante con carácter previo uno de los abogados de la defensa pidió la nulidad de todas las actuaciones. El letrado concluyó que el progenitor habría incurrido en un delito contra la intimidad, al examinar el teléfono móvil de su hija y en su posterior volcado «sin contar con su consentimiento» .

Los hechos que se juzgaban ayer en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, y que proseguirán el próximo viernes, tuvieron lugar la noche del 8 de enero de 2016 en un inmueble okupado del barrio palmesano de Nou Llevant. De acuerdo con el escrito de acusación del ministerio público, los cuatro procesados fueron con la menor a una habitación y le dijeron, supuestamente, que tenía que tener relaciones sexuales con todos ellos.

A continuación, según el relato de la Fiscalía, la menor accedió a sus pretensiones «por miedo» y ante la imposibilidad de defenderse. De hecho el fiscal solicita para cada uno de los acusados 15 años de cárcel por la agresión sexual y 45 años en concepto de cooperadores necesarios de las otras tres violaciones, al tratarse de una violación múltiple. A esto se suma la petición de siete años más para otro procesado por un supuesto delito de favorecimiento de la prostitución de la chica por el que habría intentado cobrar 1.000 euros.

Los procesados se limitaron ayer a contestar a las preguntas que les formularon sus respectivos abogados y ninguno de ellos admitió haber forzado a la víctima. «Nada es como se cuenta», apostilló uno de los acusados.

Durante la comparecencia del único procesado de los cuatro que se encuentra desde entonces en prisión provisional, este aseguró que conocía a la víctima del centro de internamiento es Pinaret. «Se fugaba constantemente, como hacíamos todos», apuntó. Cuando el letrado que le asistía le preguntó si había intentado prostituir a la víctima, lo rebatió taxativamente. «Jamás», espetó.

Entre sollozos

Otro de los encausados que le sucedió para prestar declaración ante el tribunal tuvo que salir apresuradamente de la sala al sentirse dispuesto. Cuando este acusado volvió para retomar su comparecencia ante el tribunal justificó su comportamiento «por los nervios».

Por último otro de los procesados argumentó para negar su participación en la violación múltiple de la menor en el piso okupado de Nou Llevant en que «tenía pareja». Esta supuestamente le habría llamado por teléfono y «me marché». «No tuve relación con nadie jamás», recalcó.

A petición de la Fiscalía, la declaración de la menor se realizó a puerta cerrada. De hecho compareció ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia por videoconferencia para relatar cómo sucedieron los hechos la noche de autos.

Por su parte, el padre de la menor declaró cómo se enteraron de que su hija se había fugado del centro de menores de es Pinaret y había acudido a casa de su abuela en sa Pobla para supuestamente pedirle dinero. Allí encontraron el móvil de su hija. En el terminal encontró un archivo de audio en el que los acusados hablaban de la violación, afirmó entre sollozos.