El hombre que mató a su madre y su hermano en Manacor ha explicado que cuando cometió el doble crimen creía ser el demonio. Según han explicado fuentes conocedoras del caso, en su confesión ante la Policía Nacional en la que admitió haber matado a sus familiares a golpes con un palo ofreció datos incoherentes sobre lo ocurrido. El acusado, de 49 años, continúa ingresado en Son Espases, todavía bajo los efectos del brote psicótico agudo que, según la investigación, desencadenó las agresiones a sus familiares, de 56 y 82 años. El juez de Manacor encargado de las pesquisas, que el jueves prorrogó la detención del sospechoso, sigue a la espera de que mejore su estado para interrogarle y decidir qué medidas adopta.
Desde que la Policía Nacional descubrió los hechos el pasado lunes por la mañana, Miquel B.M. ha mostrado síntomas claros de sufrir un grave trastorno mental. Tras enfrentarse a los agentes que lo arrestaron, a los que recibió con una antorcha y un bidón de gasolina ante la hoguera en la que estaba quemando el cadáver de su madre, el sospechoso ha hecho diversas referencias a sus alucinaciones y delirios.
Cuando el lunes por la noche fue trasladado a Son Espases, el acusado se presentó ante los médicos como su hermano Martí, ofreciendo sus datos personales y su edad. Ya entonces apuntó que había actuado bajo la creencia de que era el diablo.
Los investigadores de la Policía Nacional le tomaron declaración a última hora del martes, tras recabar evidencias durante dos días en la finca donde ocurrieron los hechos. El hombre explicó entonces que había matado a las víctimas a golpes con un palo de acebuche. Una versión que, al menos en el caso del hermano, es compatible con los resultados de la autopsia.
Los forenses tratan de aclarar si también acabó con su madre de esta manera, pero el deteriorado estado del cadáver, que ardió durante horas, complica las pesquisas. Con todo, el relato del hombre fue inconexo y estuvo plagado de incoherencias y referencias al demonio, según las fuentes consultadas.
De hecho, el forense que lo examinó el miércoles por la mañana certificó que continúa bajo los efectos de un importante brote psicótico, por lo que el juez optó por prolongar su detención a la espera de su evolución. En principio, su arresto podría prolongarse otros dos días antes de tener que dictar una resolución judicial sobre su situación. Está previsto que Miquel B.M. sea sometido a nuevos exámenes médicos en las próximas horas para determinar si está capacitado para ser interrogado. Los facultativos creen, sin embargo, que podría tardar incluso semanas en estabilizarse.
