"Era un fuego exagerado y nos temimos lo peor. Un bombero la sacó en brazos y ya no se movía". Con estas palabras, un vecino de la calle Sant Joan Baptista de la Salle de Inca resumía la trágica muerte de su vecina María Pascual, de 82 años, la madrugada de este viernes al incendiarse su vivienda. Un fallo eléctrico apunta a ser la principal causa del siniestro con fatales consecuencias.
El incendio se ha declarado sobre la una y media de la madrugada de este viernes en un primer piso de una vivienda situada en el número 19 de la calle Sant Joan Baptista de la Salle de Inca. Una mujer de 82 años residía allí. De repente un fuego se inició en el dormitorio, debido a un posible fallo eléctrico, y las llamas han alcanzado grandes dimensiones en muy poco tiempo.
"Nos asomamos al empezar a oler a quemado", indica Dani Pons. "Cuando vimos las llamas que salían por la ventana, pensamos que nadie que estuviera allí podría salir vivo", puntualiza este vecino de la calle Sant Joan Baptista de la Salle. "Los del camión de la basura fueron los primeros en darse cuenta de lo que ocurría y los que llamaron a los servicios de emergencia", ha precisado. La hermana de la víctima mortal y otra mujer estaban en la planta inferior, en la vivienda contigua y solo sufrieron una intoxicación por el humo de carácter leve.
Tras el primer aviso dado por los operarios del camión de la basura, al acertar a pasar por la casa cuando ya estaba en llamas, un goteo de efectivos se produjo de manera gradual. En primer término llegaron agentes de la Policía Local de Inca, luego se personó una ambulancia y después llegó la Guardia Civil. Unos minutos después se movilizaron dotaciones de Bombers de Mallorca, del mismo parque de Inca, que tuvieron que afrontar una labor extenuante para sofocar las llamas. A continuación una UVI móvil del Ib-salut también se sumó al dispositivo.
Bomberos extenuados
La enorme carga de fuego que había en el interior impedía adentrarse en el inmueble. Mientras unos bomberos avanzaron al interior, sus compañeros les daban apoyo desde el exterior para sofocar las llamas. La acción combinada de unos y otro permitió que los servicios de extinción pudieran abrirse paso por la casa para tratar de rescatar a la mujer. Al cabo de ímprobos esfuerzos, un bombero sacó a la víctima y se la entregó al personal sanitario, a bordo de la UVI móvil. Los facultativos solo pudieron certificar su fallecimiento. La Guardia Civil abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido y el óbito fue comunicado al juzgado de guardia de Inca para que ordenara el levantamiento del cadáver.
"Los bomberos lo pasaron muy mal. Estaban extenuados por el trabajo que hicieron. Casi no podían respirar y estaban tirados por la calle. Mi mujer y yo les dimos botellas de agua", explica este vecino. Francisca, vecina de enfrente y allegada de la víctima mortal, estaba visiblemente afectada por la muerte de María. "Era una persona muy vital. Hoy tenía previsto hacer una visita a Palma, con otras personas mayores. Y esta noche le ha pasado esto", apuntó consternada.
