Una empresaria fue condenada ayer en Palma a pagar una multa de 360 euros por calumniar en un proceso judicial a tres trabajadores, a los que acusó de robarle documentación y dinero. La mujer ya fue sentencia por la Audiencia Provincial a ocho meses de cárcel por aportar documentos fraudulentos en el procedimiento por despido abierto por la demanda de los afectados.

Como ella misma admitió ante la jueza, la encausada mintió cuando declaró como imputada por aquellas irregularidades. La empresaria argumentó que los trabajadores que la habían demandado le robaron nóminas y contratos y que no les denunció porque la amenazaron. También aseguró que sus antiguos empleados le habían sustraído dinero y le exigieron una parte de los beneficios de la empresa, también bajo amenazas.

Aquel proceso judicial acabó con la mujer condenada a ocho meses de prisión por delitos de falsedad en documento privado y estafa procesal en grado de tentativa, ya que la Audiencia consideró acreditado que aportó documentación falsificada, como nóminas y finiquitos, y con firmas fraudulentas como respuesta a la demanda de sus exempleados, a los que tuvo que indemnizar con 6.000 euros en total.

Los perjudicados impulsaron además otro proceso judicial por las falsas acusaciones de robo y amenazas, imputándole un delito de calumnias. Ayer, antes del juicio, las partes alcanzaron un acuerdo de conformidad. La acusación particular rebajó su petición de condena de 3.600 euros de multa a 360 euros de sanción y renunciaron a recibir otra compensación.