Liam Byrne, el presunto mafioso irlandés que lidera las actividades ilegales de la organización criminal Kinahan, se encontraba en Mallorca en las fechas en la que se asesinó por error a un funcionario británico, cuando en realidad el objetivo del criminal era matar a un integrante del grupo rival de los Hutch.
El líder mafioso fue arrestado el pasado domingo por la noche por la Policía de Palma. Este hombre había huido del Reino Unido y se había instalado en Dubai, donde mantenía un alto nivel de vida y desde donde seguía controlando el negocio del tráfico de armas.
A pesar de la distancia, la Policía británica seguía investigando a este individuo, al que se consideraba un objetivo prioritario para terminar con los tentáculos de esta organización, que estaba implicado en una guerra entre grupos mafiosos, que se había saldado con varios asesinatos. De hecho, una de las víctimas fue el hermano de Liam Byrne, que fue asesinado en un hotel de Irlanda.
Este individuo británico fue localizado por la Policía de Palma el domingo por la noche mientras estaba cenando con sus dos hijos en un pub de Alcúdia. Aunque se temía que pudiera ir armado, en realidad no ofreció ningún tipo de resistencia. Lo único que dijo en ese momento es que no tenía con quién dejar a sus dos hijos, ambos menores de edad.
Algunas fuentes policiales apuntaron ayer las dificultades económicas que podría estar sufriendo Liam Byrne tras su prolongada etapa en Dubai, por lo que habría decidido arriesgarse a regresar a Europa para recuperar algunos contactos dentro del tráfico de armas. Para pasar sin problemas el control policial del aeropuerto de Palma, el fugitivo utilizó un documento de identidad falso.
Esta peligrosa organización irlandesa fue la responsable de un asesinato que se cometió en el mes de agosto del año 2016 en la zona de Costa de la Calma, en Calvià. Un sicario disparó a un individuo irlandés que formaba parte de un grupo de turistas que estaba de vacaciones en Mallorca. El objetivo era un integrante del grupo criminal de los Hutch, que estaba de vacaciones en Calvià y que formaba parte de este grupo. El asesino se equivocó de víctima. En vez de disparar contra su objetivo, apuntó contra otro individuo que nada tenía que ver con la organización criminal. Se trataba de un funcionario irlandés, que había viajado a la isla para pasar unos días de vacaciones.
Una vez que la Guardia Civil aclaró esta confusión, también averiguó que el detenido el domingo en Alcúdia se encontraba en Mallorca el día del asesinato. Residía en la misma localidad donde fue localizado el domingo y donde había ido para encontrarse con su familia. En ese momento no se pudo recabar ninguna prueba sólida que demostrara que este integrante de la mafia había sido quien ordenó la ejecución de Costa de la Calma.
