El cuidador acusado de abusos sexuales a dos chicas con discapacidades psíquicas en Inca negó ayer en el juicio todos los cargos. El hombre, que no quiso responder a las preguntas de la fiscal, explicó en el interrogatorio de su abogada que «nunca» sometió a tocamientos a estas mujeres. Sobre los mensajes, fotografías y vídeos de contenido sexual de una de las chicas hallados en su teléfono y su ordenador, aseguró que se los enviaba ella porque «tenía una obsesión» con él. Así, rechazó haber pedido este material a la chica y explicó que acabó borrando todo lo que le enviaba sin verlo. El sospechoso negó también haber manoseado a la otra denunciante mientras estaba dormida. La Fiscalía reclama para él 20 años de prisión por delitos de abusos sexuales, elaboración de material pornográfico utilizando a personas discapacitadas y exhibicionismo.

La directora del centro, por su parte, contó que fueron otros empleados del centro quienes detectaron que una de las usuarias chateaba con el cuidador. «Vieron que él le hacía borrar mensajes. Eran conversaciones sobre una relación que no era la de un cuidador y una usuaria», contó. Esta testigo afirmó que el cuidador nunca le informó de que la mujer estuviera obsesionado con él. Ella «creía que tenía una relación de pareja, pero no decía el nombre de él. Luego lo reveló y contó que el cuidador le pedía fotos cuando estaba en el baño», detalló.