El sargento Saúl Antonio G.P., considerado el responsable de la muerte del legionario mallorquín Alejandro Jiménez Cruz, fallecido a los 21 años en 2019 tras recibir un disparo durante unas maniobras en el campo de entrenamiento de Agost, en Alicante, ha sido condenado a tres años y diez meses de cárcel por un delito contra la eficacia del servicio y dos delitos de abuso de autoridad. Los otros siete militares que fueron juzgados por la muerte de Alejandro Jiménez, entre los que hay dos capitanes, un teniente, dos cabos y dos soldados, han sido absueltos de todos los cargos, según la sentencia del Tribunal Militar de Sevilla hecha pública hoy.

Alejandro Jiménez tenía 21 años cuando falleció, en marzo de 2019, tras recibir un disparo en el pecho durante unas prácticas de tiro de la Legión en un campo de entrenamiento de agost, en Alicante. La investigación de la Guardia Civil reveló que el disparó que le mató partió del fusil del sargento Saúl Antonio G.P., que mandaba su pelotón. Estas investigaciones apuntaban también a que diversos mandos militares realizaron diversas actuaciones para ocultar lo ocurrido y entorpecer la investigación de la Guardia Civil.

El fiscal acusó finalmente a cuatro militares, para los que pidió penas que sumaban 19 años de cárcel por diferentes delitos. La acusación particular, en nombre de la familia de la víctima, elevó la petición de penas a 34 años, al acusarles de un delito de asesinato.

El juicio se celebró a lo largo de febrero y marzo de este año. La sentenciam hecha pública hoy, absuelve de todos los cargos a siete de los acusados y solo condena al sargento por dos delitos de abuso de autoridad y otro contra la eficacia del servicio. Por los primeros le impone ocho y seis meses de cárcel, y por el tercero dos años y ocho meses