Juan José Jiménez, el padre del legionario mallorquín fallecido de un disparo en un campo de maniobras de Alicante en 2019, no oculta su indignación al conocer el contenido de la sentencia, que condena a menos de cuatro años de cárcel al sargento que causó la muerte de su hijo y absuelve al resto de los militares acusados. «Es muy frustrante», comenta. «La sentencia considera probadas todas las irregularidades que se produjeron: que rompieron el precinto de la Guardia Civil, que recogieron las vainas del campo, que mintieron a los investigadores... lo reconoce todo, pero no les cae ni un día. Esta sentencia es una vergüenza».

El padre del joven fallecido tiene claro que la cosas no van a quedar así, y va a recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo.

«Este era el motivo por el que intentamos que fueran sometidos a la justicia ordinaria, porque en la justicia militar todavía hay mucho corporativismo. Yo nunca he ido contra el Ejército como institución, sino contra una serie de individuos que hicieron muy mal las cosas. Y creo que es el tribunal el que mancha la institución con esta sentencia». 

Jiménez recalca que su hijo no murió a consecuencia de un accidente. «No es que el sargento tropezara y se le disparara el arma sin querer. Se trata de un tipo que se puso a hacer el subnormal con el fusil, disparando intencionadamente contra sus propios soldados. Y eso le costó la vida a mi hijo».

Juan José Jiménez considera excesivamente leve la condena de tres años y diez meses de prisión para el sargento, «porque ni siquiera le retiran la condición de militar, con buena conducta saldrá en siete meses y volverá a estar al mando de una tropa».