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Condenado por resistencia un joven británico herido en Magaluf

El procesado intentó dar un puñetazo a un sanitario y trató de golpear a un guardia civil

Agentes de la Guardia Civil en Magaluf. Y. R.

Un juzgado de Palma ha condenado a un joven británico al pago de una multa de 1.800 euros por resistencia al forcejear con un guardia civil e intentar propinar un puñetazo a un sanitario en Magaluf. El sujeto era atendido por numerosos cortes y los agentes del instituto armado trataban de dilucidar si había roto las cristaleras de dos establecimientos de kebab.

Los hechos que se enjuiciaron en Vía Alemania tuvieron lugar sobre las 5.50 horas del 12 de julio de 2019 en la calle Notario Alemany de Magaluf. Una patrulla de la Guardia Civil le interceptó con heridas superficiales sangrantes. Se daba la circunstancia de que esa misma noche habían roto las cristaleras de dos establecimientos de kebab de este núcleo turístico de Calvià.

Los agentes del instituto armado solicitaron asistencia de sanitaria para que atendieran al joven británico, de 20 años. Cuando el sanitario se disponía a realizarle las curas, el sujeto le trató de propinar un puñetazo. No obstante el facultativo logró esquivarlo y no le llegó a impactar.

A continuación el ahora condenado abandonó por su cuenta la ambulancia. Un agente de la Guardia Civil le dio alcance y entre ambos se inició un forcejeo. El turista lanzó el brazo hacia atrás, pero tampoco llegó a alcanzar a este efectivo del instituto armado.

Atenuante de embriaguez

La sentencia considera que, pese a las heridas sangrantes del procesado, «no consta suficientemente acreditado» que el encausado hubiera fracturado los cristales de dos establecimientos de kebab de Magaluf.

En un principio, la acusación particular pedía para el procesado una pena de nueve meses de prisión, al considerar que habría incurrido en un presunto delito de atentado, al intentar golpear al sanitario- Aunque esta solicitud fue desestimada por completo.

En cambio la sentencia sí recoge la atenuante de embriaguez de este turista británico, representado por el letrado Pau Cruelles. La petición inicial de la defensa del encausado era de libre absolución por la eximente completa de intoxicación etílica o subsidiariamente la incompleta.

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