Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Inca han arrestado a un trabajador del Santuario de Lluc por robar una gran cantidad de joyas y piezas históricas de gran valor del museo. Entre los artículos sustraídos hay desde monedas romanas a numerosas joyas que habrían sido donadas al santuario. La mayoría del botín ha sido recuperado por los investigadores en el domicilio del arrestado, en Inca, si bien hay constancia de que al menos un cordón de oro del siglo XVIII de gran valor habría sido vendido al peso en una tienda de compraventa y habría sido fundido.

Los responsables del museo del santuario de Lluc se percataron de los robos el pasado febrero, si bien parece ser que el expolio había comenzado al menos un año antes. La denuncia llegó al grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Inca, que inició una investigación en el entorno de los trabajadores del santuario, ya que en el museo no había señales de forzamiento.

Los investigadores estrecharon el cerco hasta dar con el principal sospechoso, un español de 56 años que trabajaba en el santuario. Ayer procedieron a su detención. Tanto en su taquilla del santuario como en su coche encontraron varias piezas sustraídas. Por la tarde los investigadores realizaron un registro en su domicilio, en Inca, donde encontraron la mayor parte del botín. Había decenas de piezas de gran valor, desde monedas romanas, monedas de Isabel II, un cuadro antiguo, y numerosas joyas donadas por familias al santuario.

Los investigadores han confirmado que el hombre llevaba al menos desde marzo del año pasado sustrayendo piezas del museo. En algunos casos sustituía los objetos originales con imitaciones que realizaba él mismo con bisutería. La Guardia Civil ha confirmado que habría vendido muchas de estas piezas en comercios de compraventa de oro. En al menos un caso habría vendido una pieza, un cordoncillo de oro de unos dos metros de longitud, por partes a uno de estos establecimientos al peso, y que habría acabado fundido.