Un hombre ha sido condenado por provocar un accidente en el que cuatro personas resultaron heridas cuando conducía ebrio y drogado por la carretera de Cap Blanc, en Llucmajor. El procesado circulaba en la tarde de la Nochevieja de 2021 a gran velocidad y realizando peligrosos adelantamientos, hasta que colisionó contra dos vehículos y obligó a otro a salirse de la carretera. En el juicio, celebrado en un juzgado de lo penal de Palma, reconoció los hechos y aceptó pagar una multa de 4.500 euros y la pérdida del carné de conducir tras el acuerdo entre su abogado y la fiscal.

Los hechos, como el propio acusado reconoció ante la jueza, ocurrieron poco antes de las ocho y media de la tarde del 31 de diciembre de 2021. El hombre había consumido alcohol y cannabis y se puso al volante de un Mercedes G500. En la carretera MA-6014 circuló a gran velocidad, desplazándose al carril destinado al sentido contrario para realizar largos adelantamientos a varios vehículos. Esto obligaba a los conductores que venían de frente a realizar maniobras evasivas para no chocar contra él. Sin embargo, cerca del enlace con la autopista de Llucmajor colisionó por raspado contra un Opel Zafira y un Fiat 500 y obligó a un Alfa Romeo a salir se de la carretera para evitar un choque frontal.

A consecuencia del accidente, cuatro personas sufrieron heridas de diversa consideración, como traumatismos, contusiones y lesiones cervicales, y precisaron asistencia médica. Tres de las víctimas tardaron más de un mes en recuperarse. Además, los tres coches sufrieron cuantiosos daños.

La Guardia Civil de Tráfico acudió al lugar del siniestro y sometió al conductor del Mercedes a varias pruebas para comprobar si había consumido alcohol y otras drogas. En el test de alcoholemia duplicó la tasa máxima permitida y en el de estupefacientes dio positivo en cannabis.

La Guardia Civil remitió el atestado sobre el accidente y un juzgado de instrucción de Palma abrió diligencias. Concluida la investigación, la Fiscalía imputó al acusado un delito de conducción temeraria y tres de lesiones por imprudencia grave, por los que reclamó dos años de prisión y la retirada del carné durante cinco años.

Sin embargo, antes de la celebración del juicio, la fiscal y el abogado defensor, Gaspar Oliver, alcanzaron un acuerdo de conformidad. Pactaron una condena de 4.500 euros de multa en lugar de pena de prisión y la retirada del carné durante dos años y medio. El acusado dio el visto bueno al acuerdo y entregó el carné en el acto.

Además, deberá indemnizar con 126 euros a una de las víctimas. El resto ya fueron compensadas por la aseguradora por las lesiones y los daños en los coches.