El juicio contra los militares acusados de la muerte del legionario mallorquín Alejandro Jiménez Cruz durante un ejercicio de tiro en el campo de maniobras de Agost (Alicante) el 25 de marzo de 2019 que se ha celebrado en el Tribunal Militar de Sevilla quedó visto ayer para sentencia. La fiscalía ha retirado la acusación contra uno de los tenientes, por lo que solo la mantiene contra un sargento, presunto autor del disparo que costó la vida al joven, así como contra el capitán y el teniente que mandaba su pelotón, por urdir una trama para ocultar lo ocurrido. La acusación particular, en nombre de la familia del fallecido, mantiene las acusaciones, además de contra el teniente, contra un cabo y tres legionarios, por encubrimiento. Los defensores de los acusados mantienen su petición de absolución al considerar que no ha quedado acreditado que el disparo que causó la muerte de Alejandro Jiménez proviniera del fusil del sargento.

En el juicio, que se ha prolongado durante los últimos dos meses, han declarado entre otros los investigadores y expertos en balística de la Guardia Civil, que concluyeron que Alejandro Jiménez falleció al recibir un disparo directo proveniente del fusil del sargento de su pelotón, que habría disparado en abanico sobre sus propios hombres. Tras la muerte del joven, el capitán, que no estaba presente durante el ejercicio, habría ordenado a sus hombres que mintieran sobre ese aspecto y realizó una reconstrucción previa a la fijada por la Guardia Civil, para la que traspasaron el precinto dejado por los investigadores. Al término de esta reconstrucción el capitán habría ordenado a sus soldados que ante la Guardia Civil se quedaran en unas posiciones diferentes a las reales.

Durante esta semana las partes han expuesto sus conclusiones. La fiscalía ha retirado la acusación contra el teniente que comandaba el otro pelotón, por lo que solo mantiene los cargos contra el sargento, un teniente y el capitán. La acusación particular mantiene sus peticiones iniciales de pena contra los ocho acusados: el capitán, dos tenientes, el sargento, un cabo y tres soldados, estos últimos por encubrimiento, por no haber revelado a la Guardia Civil que les habían ordenado alterar el escenario del incidente.

Las defensas solicitaron la absolución de los acusados, al considerar que no ha quedado acreditado el origen del proyectil que causó la muerte de Alejandro Jiménez.

Al termino del juicio, el padre de la víctima, Juan José Jiménez, reiteró que "no me interesa nada el dinero de la indemnización, he venido aquí a buscar justicia y verdad. Quiero que quien mató a mi hijo y quienes luego trataron de encubrirlo paguen por ello, y no me voy a detener aquí. Si es necesario acudiré al Tribunal Supremo".