Un joven fue condenado ayer a dos años de prisión por cometer tres robos con fuerza en el mismo centro de servicios sociales del Ayuntamiento de Palma. El ladrón se llevó diversos aparatos electrónicos y causó desperfectos en el local al forzar puertas y cajones. El acusado reconoció los hechos durante el juicio y se declaró autor de un delito continuado de robo con fuerza, con la agravante de reincidencia y la atenuante de colaboración con la justicia. Deberá indemnizar a Cort con 838 euros y un trabajador del centro con otros 96.

Los robos se sucedieron entre el 29 de diciembre de 2017 y el 15 de enero de 2018 en el centro de servicios sociales de la calle Felip II, en la barriada de Camp Redó. En los dos primeros robos rompió la puerta de entrada y las de los despachos para hacerse con un ordenador portátil, unos altavoces, un vídeo, dos objetivos, un cargador de móvil y una cámara de fotos. Además, se llevó unas llaves del local que utilizó para acceder cuando volvió allí por tercera vez.

El acusado fue detenido justo después del último robo. Confesó su implicación e indicó a la Policía Nacional dónde había vendido los efectos sustraídos, lo que permitió recuperar casi todo el botín. Sin embargo, la cámara de fotos, valorada en 838 euros, y el teléfono móvil no fueron localizados. La magistrada dictó sentencia en el acto.