La jueza de guardia ha acordado esta tarde el ingreso en prisión incondicional del hombre de 32 años detenido por el crimen de es Carnatge, en Palma. La magistrada considera que existen indicios suficientes de la participación del acusado en la muerte de Cristian V., el hombre de 56 años cuyo cadáver carbonizado fue hallado en enero de 2022 tras un incendio en la chabola donde vivía. El sospechoso, detenido el pasado martes tras más de un año de investigación por parte del grupo de Homicidios de la Policía Nacional, es vecino de la zona y ha admitido que conocía a la víctima, pero niega tajantemente cualquier implicación en su muerte. Los investigadores no han hallado evidencias de que se tratara de una agresión homófoba.

La investigación policial reveló que la víctima murió al recibir dos golpes muy fuertes en la cabeza. Tras su muerte, el asesino trasladó el cuerpo hasta la cama, colocándolo como si estuviera durmiendo, y prendió fuego a la chabola para borrar pruebas y tratar de simular que se trataba de una muerte accidental.

El sospechoso ha sido puesto esta mañana a disposición del juzgado de guardia. La Policía ha entregado un voluminoso atestado en el que constan las evidencias que, según las pesquisas, implican al acusado en el asesinato. En una breve comparecencia ante la magistrada, ha ratificado su declaración ante los investigadores de Homicidios, en la que rechazó todas las acusaciones. Sí admitió que mantenía una relación de amistad con el fallecido, ya que también reside en la zona de es Carnatge, según han explicado fuentes conocedoras del caso.

La fiscal, tras examinar las pruebas aportadas por la Policía, ha solicitado prisión provisional sin fianza para el sospechoso y la jueza así lo ha acordado.

Los hechos ocurrieron sobre las tres de la madrugada del 25 de enero de 2022 en un descampado situado entre las calles Dèntol y Calamar en es Carnatge, junto a Can Pastilla. Los vecinos alertaron de un incendio en la chabola de la víctima y los bomberos, tras apagar el fuego, hallaron el cadáver carbonizado. Las primeras pesquisas apuntaban a que el incendio podría haberse declarado de forma fortuita, pero los agentes encargados del caso hallaron pruebas de que se trataba de un crimen.