El conductor de un vehículo familiar sufrió un gran susto ayer por la mañana, después de que perdiera el control y se precipitara al cauce de un torrente.

El suceso ocurrió en un tramo ligeramente curvo, ubicado en la carretera entre s’Esglaieta y Esporles. El coche perdió el control, pasó por encima de la pared y se precipitó desde una altura aproximada de unos dos metros.

Por fortuna, las lesiones que sufrió el ocupante no fueron graves. Sin embargo, el coche sufrió importantes desperfectos.

La Guardia Civil se encargó de señalar la zona donde ocurrió el siniestro.