Las policías locales valen para un roto y un descosido, como demuestra una reciente intervención llevada a cabo en Inca. Hace unos días, un anciano que vive solo en la capital del Raiguer sufrió una indisposición y acudió al hospital. Los médicos lo sometieron a un chequeo y decidieron dejarlo ingresado. El paciente comentó al personal sanitario su preocupación porque tiene en su vivienda doce gallinas que habían quedado desatendidas debido a sus problemas de salud. Los médicos contactaron con los servicios sociales, que acabaron contactando con la Policía Local para intentar encontrar una solución. La respuesta fue inmediata. Pocas horas después, un agente y efectivos de la Unitat de Medi Ambient del ayuntamiento de Inca acudieron al domicilio y se hicieron cargo de las aves, que están a buen recaudo hasta que su dueño se recupere.

Los fornidos guardias civiles que despejaron la autopista en segundos 

Lunes, cuatro y media de la tarde. Hora punta en los accesos a Palma. Dos coches sufren una colisión por alcance en la incorporación a la autopista de Llevant, junto al Palacio de Congresos. Los vehículos se quedan parados en mitad de la calzada, con el consiguiente riesgo de que se produjeran más accidentes o un monumental atasco. La Guardia Civil se encargó de resolver el problema rápidamente. Cuatro agentes acudieron al lugar del siniestro y mientras tres de ellos empujaban los coches, otro manejaba el volante para apartarlos de la calzada.

Festival de la obviedad en un macrojuicio por narcotráfico 

Una veintena de personas declararon en un macrojuicio por tráfico de drogas en la Audiencia Provincial de Palma que dejó momentos para la historia. Un abogado interrogaba a su clienta, acusada de vender estupefacientes en el poblado de Son Banya. «¿Usted dónde vive?», preguntó el letrado. «¿Yo? En mi casa», respondió la sospechosa. Tras un breve parón para las risas, la mujer precisó en qué punto de Palma está situado su domicilio. Hubo también algunos momentos de tensión. Los cabecillas de la red negaron su implicación en el narcotráfico, pero otra encausada confesó en su turno que vendía droga para ellos. Más de uno se revolvió en su asiento y la mató con la mirada.

La acusada que no tenía muy claro su lugar en el sala de vistas 

Una mujer acusada por la muerte de un anciano en la residencia donde trabajaba prestó declaración durante media hora en el juicio. Al concluir, se dirigió al último banco de la sala y se sentó entre el público, junto a dos periodistas que cubrían la vista. La magistrada la perdió de vista y creyó que se había marchado. Finalmente dio con ella y le indicó que debía sentarse en el primer banco, el de los acusados. 

Los Bombers de Palma revisan la seguridad del Teatre Principal 

Dos vehículos de los Bombers de Palma aparcados a las puertas del Gran Hotel llamaron la atención el pasado miércoles a mediodía. No es que hubiera ningún siniestro en la zona. Los especialistas habían acudido al Teatre Principal para comprobar el estado de las puertas de emergencia y el resto de medidas de seguridad. Más vale prevenir.