Agentes de la Policía Nacional arrestaron en la madrugada del pasado viernes a un ciudadano rumano que está reclamado por la justicia de su país por un asesinato cometido en septiembre de 2016. El individuo presuntamente mató de un hachazo en la cabeza a otro hombre, con el que había estado consumiendo alcohol y drogas en un domicilio de una localidad de Rumanía. Luego mantuvo escondido el cadáver en la casa durante una semana, tiempo en el que estuvo utilizando la tarjeta de crédito de la víctima y sustrajo todos los efectos de valor que había en el interior, hasta que arrojó los restos a la basura. La justicia rumana había decretado una Orden Europea de Detención (OEDE). El sospechoso fue localizado en la calle Teix, en la barriada de la Soledat, en Palma.

Fuentes de la Policía Nacional informan de que el hombre fue interceptado a las tres y media de la madrugada del pasado viernes, en un control efectuado en la calle Teix, donde en los últimos años se han efectuado numerosas operaciones antidrogas contra el clan de El Pablo.

Cuando el individuo se vio sorprendido por los agentes, intentó deshacerse de la cartera, presumiblemente para evitar ser identificado. Los agentes la encontraron tirada en el suelo, y al comprobar con su base de datos, descubrieron que el hombre tenía pendiente una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) dictada por la justicia de Rumanía. El sospechoso fue inmediatamente arrestado y trasladado a las dependencias policiales de Palma.

Posteriores diligencias del Grupo de Delincuencia Internacional permitieron confirmar que el hombre está acusado de un asesinato ocurrido en la ciudad de Giurgiu en septiembre de 2016 en una localidad de Rumanía. Al parecer, había estado en casa de la víctima, donde los dos consumieron alcohol y drogas. Durante una discusión, el detenido presuntamente mató al otro hombre de un hachazo en la cabeza. El sospechoso mantuvo el cadáver escondido en el domicilio durante una semana. A lo largo de este tiempo extrajo dinero de la tarjeta del fallecido, hasta un total de unos 500 euros. También se llevó los objetos de valor que encontró en la casa, como el televisor, una bicicleta o una alfombra. Finalmente envolvió el cadáver en plásticos y mantas y lo arrojó a un contenedor de basura.

El hombre escapó de su país, por lo que la justicia rumana dictó la orden de detención europea. Ha permanecido huido durante todos estos años, hasta que el pasado viernes fue arrestado por la Policía. El juzgado de guardia de Palma decretó su ingreso en prisión provisional, a la espera de que la Audiencia Nacional decida sobre su extradición.