La Policía Nacional ha alertado de una avalancha de estafas telefónicas en las que los delincuentes se hacen pasar por una entidad bancaria para conseguir los datos de la víctima, que luego utilizan para realizar transferencias. En las últimas semanas han aumentado el número de casos, con alrededor de siete denuncias por día. Los fraudes suelen rondar los 1.500 euros por afectado, aunque en uno de los casos han logrado hacerse con 20.000 euros. La Policía pide extremar las precauciones al recibir mensajes SMS o llamadas de este tipo.

Los ciberdelincuentes remiten mensajes a las víctimas alertando de alguna operación fraudulenta. Adjuntan un enlace para que el perjudicado aporte datos como el DNI, el número de tarjeta y otra información personal. Acto seguido, utilizan esta información para efectuar importantes cargos. Las víctimas también reciben llamadas telefónicas donde figura el mismo número de teléfono que el del servicio de atención al cliente del banco. El interlocutor indica al afectado que se están produciendo cargos fraudulentos y que recibirá SMS con un código, que debe aportar para cancelar estas operaciones. Sin embargo, este código de verificación es utilizado precisamente para llevar a cabo los cargos fraudulentos. La Policía explica que en ningún caso se deben aportar estos datos. Las entidades bancarias nunca solicitan códigos para cancelar cargos fraudulentos ni remiten un enlace para introducir datos personales ni claves de acceso y códigos de verificación.

La Policía recomienda cortar la llamada de inmediato y contactar con el banco para informar de lo ocurrido y verificar que no se ha realizado ningún cargo. En caso de que ya se haya efectuado, pide cancelar las tarjetas y solicitar a la entidad un extracto de las cuentas lo más completo posible, que refleje especialmente la cuenta beneficiaria, y presentar una denuncia.