La jueza de guardia ordenó ayer el ingreso en prisión de un traficante de 46 años que se enviaba a sí mismo grandes alijos de cocaína desde Madrid a Palma. La Policía Nacional interceptó hace unos días seis kilos de esta droga que iban escondidos en una caja fuerte. El sospechoso utilizaba a su mujer, que padece una discapacidad, como receptora de los paquetes. Los investigadores han recabado indicios de que había utilizado este modus operandi en varias ocasiones, según informó la Policía.

La investigación, llevada a cabo por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), comenzó hace varios meses. Los agentes constataron que el sospechoso realizaba frecuentes viajes a Madrid, desde donde enviaba a su domicilio de Palma paquetes muy pesados que él mismo recogía en la isla y trasladaba a un local.

Ante las sospechas de que el acusado se dedicaba al tráfico de drogas, los investigadores decidieron actuar. Hace unos días comprobaron que había vuelto a desplazarse a la capital de España para realizar un nuevo envío. La Policía Nacional realizó un seguimiento de este paquete hasta su llegada a Palma. El sospechoso acudió a una empresa de mensajería para recogerlo y fue detenido en ese momento. Los agentes comprobaron que como destinatario del bulto figuraba su pareja, una mujer con una discapacidad, y que el acusado utilizaba una autorización de ella para recogerlo.

Tras el arresto del sospechoso, los agentes comprobaron que el paquete contenía una caja fuerte en cuyo interior había seis kilos de cocaína. También registraron el local, donde hallaron otra caja fuerte supuestamente utilizada para otro alijo, cuatro básculas de precisión y varios envoltorios de plástico.

El acusado fue puesto ayer a disposición del juzgado de instrucción número 5 de Palma, que se encontraba en funciones de guardia. El hombre solo respondió a las preguntas relacionadas con su situación familiar y no dio ningún detalle sobre su presunta vinculación con el narcotráfico, según explicaron fuentes jurídicas.

 La magistrada acordó a primera hora de la tarde su ingreso en prisión provisional sin fianza por un delito contra la salud pública. La Policía Nacional aseguró que con la detención de este hombre da por cerrada la investigación, bautizada como ‘Operación Acorazado’.