Los cadáveres de un matrimonio británico de 62 y 56 años de edad aparecieron ayer por la tarde en su domicilio, una casa de campo en el término municipal de Selva. Al parecer la pareja falleció hace dos días intoxicada por inhalación de gas por la mala combustión de una chimenea o una estufa. La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación y está a la espera del resultado de las autopsias para determinar de forma fehaciente las causas de las muertes.

Los fallecidos fueron identificados como Michael A.R., de 62 años, y Sharon G., de 56, ambos de nacionalidad británica y residentes en una casa de campo ubicada junto a la carretera de Inca a Mancor de la Vall, en el término municipal de Selva. Al parecer quien dio la voz de alarma fue un hijo del matrimonio, que vive en Reino Unido, que llamó a un amigo en Mallorca alarmado porque llevaba dos días sin poder contactar con sus padres

Este hombre acudió ayer por la tarde al domicilio. Nadie le abrió la puerta, pero pudo acceder al interior a través de una ventana, y entonces descubrió los cuerpos sin vida de la pareja y un fuerte olor a gas en la vivienda, por lo que dio aviso de inmediato a la Guardia Civil.

Al domicilio se desplazaron rápidamente dotaciones de la Guardia Civil, Bombers de Mallorca y Policía Local de Selva, que confirmaron el hallazgo de los cuerpos sin vida del matrimonio británico, que habría fallecido hace dos días presuntamente a causa de una mala combustión de una estufa o una chimenea.

Inspección ocular

La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del suceso. Los agentes realizaron una detenida inspección ocular en el domicilio antes de que los cadáveres fueran trasladados al Instituto de Medicina Legal, donde está previsto que se les realice la autopsia.

Los primeros indicios apuntaban a que la pareja habría fallecido intoxicada por la mala combustión de una estufa o una chimenea. 

Según los primeros indicios, el matrimonio llevaría fallecido dos días, que es el tiempo que el hijo llevaba sin poder contactar con ellos. En la primera inspección ocular realizada en el domicilio no aparecieron señales de violencia ni robo, de manera que todo inicialmente apuntaba a que se trataría de una muerte accidental.

El último suceso de estas características en Mallorca se produjo el pasado 8 de marzo, cuando un hombre de 58 años falleció y su mujer, de 50, fue rescatada en estado muy grave tras intoxicarse con un escape de gas en una casa de Sant Joan.