Solo en cuatro operaciones la Guardia Civil ha intervenido 114 toneladas de algarrobas sustraídas. Robar este producto se ha convertido para muchos en un goloso negocio, sobre todo porque su precio cotiza al alza, ya que en poco tiempo ha pasado de pagarse a 0,30 céntimos el kilo a entre 1,5 y 2,40 euros, según rendimiento del grano.

Tanto es así que uno de los investigados se embolsó en solo mes y medio casi 54.000 euros con algarrobas robadas, como explica el guardia civil Molina, miembro del equipo ROCA (contra robos en el campo) del instituto armado en la localidad valenciana de Llíria.

Como otras unidades similares en la zona mediterránea, el ROCA de Llíria intenta poner cerco a este delito con una mayor vigilancia no solo en los campos donde se planta el algarrobo, sino también en los almacenes, objetivo también de los "cacos".

La subida del precio de este producto, cada vez más apreciado por sus propiedades beneficiosas para la salud -ayuda a rebajar los niveles de glucosa en sangre y a regular el sistema cardiovascular-, ha hecho que crezca el "interés" por él y, como consecuencia, el número de personas dedicadas a robarlo.

La goma de algarroba, también llamada garrofín, se está utilizando ahora como espesante en mayonesas o helados, un uso que se ha sumado a los ya tradicionales, como en cosméticos.

Y como el árbol no precisa mucho de productos fitosanitarios, su fruto es muy apreciado para la elaboración de productos ecológicos.

El ladrón de algarrobas: de todas las edades, sexo y nacionalidad

No hay un perfil concreto del ladrón de algarrobas. Como dice el guardia Molina, en las operaciones de su equipo han "pillado" a personas de todas las edades, desde los 20 a los 65 años; hombres y mujeres, nacionales y extranjeros. Eso sí, muchos son reincidentes.

No se necesita mucha infraestructura para cometer este delito. Basta con entrar en la finca cultivada de algarrobos (aunque hay que hacerlo a plena luz del día para ver mejor), varear el árbol, recoger el fruto del suelo y cargarlo en un vehículo que puede ser cualquier turismo. Porque con abatir los asientos traseros ya hay espacio más que suficiente para conseguir una buena carga en un solo viaje.

La campaña de la algarroba comenzó a primeros de agosto y ya la Guardia Civil ha llevado a cabo importantes operaciones, entre ellas cuatro últimas en Cádiz, Castellón, Málaga y Valencia, donde se han incautado un total de 114 toneladas de ese producto. Además, cuatro personas han sido detenidas y otras 32 han sido investigadas.

Pero también se han realizado operaciones en otras zonas del área mediterránea, como las provincias de Tarragona, Murcia, Almería e, incluso, en Mallorca.

Falsificar la documentación para poder vender

Para poder comercializar en España productos agrícolas se necesita estar inscrito en el Registro de Productores Agrícolas (REGEPA), como recuerda a EFE el agente Molina.

Precisamente, su equipo, que tiene que controlar al menos once almacenes en su zona, llevó a cabo recientemente una operación, denominada "Casibel", que se saldó con la detención de una personas por los delitos de hurto, apropiación indebida y falsedad documental. Otras ocho han sido investigadas por su vinculación con el caso.

Durante las inspecciones en almacenes, los agentes del ROCA detectaron una serie de ventas y documentación sospechosas y, tras varias comprobaciones, determinaron que la venta de más de 37 toneladas de algarrobas había sido ilegal.

Los investigadores constataron que el autor había solicitado, mediante datos de otras campañas de recolección y falseando datos personales, su inscripción en el REGEPA, según ha informado este viernes la Dirección General de la Guardia Civil.

Realizado el trámite, anunció de manera clandestina su predisposición para comprar algarrobas de procedencia ilícita y darles entradas en diversos almacenes. Para ello, usó su inscripción fraudulenta en el REGEPA y la confección de hasta 93 Documentos de Acompañamiento y Trazabilidad Agraria (DATA).

Además, utilizó páginas de anuncios de internet para contratar transportistas que trasladaban la mercancía robada desde varios campos de la localidad valenciana de Chiva hasta unos almacenes en Llíria.

Dice el agente Molina que el porte les puede salir muy rentable, porque en algunos casos pagan 50 euros al transportista para una carga en un furgoneta por la que obtienen 1.800 euros. Un negocio redondo.

Intervenidas 40 toneladas en Cádiz, 37 en Castellón y 650 kilos en Málaga

Además de en Valencia, los equipos ROCA han llevado a cabo otras actuaciones en las últimas semanas en otras provincias.

Dos detenidos y cinco investigados es el balance de la operación "Garronfin22" desarrollada en la provincia de Cádiz, donde se han intervenido 44 toneladas de algarrobas robadas en campos, almacenes y fincas privadas de Puerto Serrano, Prado del Rey, Algodonales, Arcos de la Frontera y Zahara de la Sierra.

Mientras, en Castellón han sido arrestadas dos personas por el hurto de 37 toneladas. Además, intentaron justificar el transporte de la mercancía presentando el documento DUN (una declaración anual que de forma obligatoria debe realizar una persona que sea titular de la explotación agraria ubicada en Cataluña) de una parcela de la localidad de Amposta (Tarragona) con datos falsos.

Por su parte, la operación "Roves" desarrollada en la comarca malagueña de Axarquía permitió la intervención de 650 kilos de algarrobas. La Guardia Civil ha investigado también a 19 personas por los delitos de hurto, receptación y falsedad en documento mercantil.