Cinco, como mucho diez minutos. Es lo que ha tardado la incineradora de Son Reus en reducir a cenizas cuatro toneladas y media de hachís, que en el mercado negro habrían alcanzado un precio aproximado de 2,2 millones de euros. La droga fue intervenida por la Guardia Civil el pasado mes de septiembre en Ibiza, en la que se considera la mayor operación contra el tráfico de droga de este año.

La quema de estas grandes partidas de droga aprehendidas por los cuerpos de seguridad se lleva a cabo de forma periódica en la incineradora de Son Reus. De hecho, esta es la tercera del año. Las anteriores fueron otra de 3,5 toneladas de hachís intervenidas también en Ibiza y otra en la que se destruyeron los estupefacientes procedentes de varias operaciones policiales distintas.

130 fardos de droga

En el caso de hoy la droga destruida procedía de una única intervención: 130 fardos de treinta kilos cada uno intervenidos en una operación de la Guardia Civil realizada el pasado 22 de septiembre en las proximidades de Cala Sant Vicenç, en Ibiza.

VÍDEO | La incineradora de Son Reus reduce a cenizas cuatro toneladas y media de hachís

VÍDEO | La incineradora de Son Reus reduce a cenizas cuatro toneladas y media de hachís M. Mielniezuk

Según explica el comandante Enrique Bastida, jefe de Operaciones de la Guardia Civil de Baleares, esta intervención fue fruto de la colaboración de distintos grupos de la Benemérita que habían sido desplazados a Ibiza para reforzar la lucha contra el narcotráfico durante el verano. En la operación participaron, además del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), el Grupo de Acción Rápida (GAR) y el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), así como un avión, que localizó la presencia de una embarcación neumática que transportó la droga a Ibiza.

La mayor intervención de hachís en Ibiza

Los narcos habían introducido el cargamento en una furgoneta, pero al detectar la presencia de la Guardia Civil se dieron a la fuga y abandonaron el vehículo. En el interior los agentes encontraron las 4,5 toneladas de hachís, lo que supuso la mayor intervención de esta droga en la isla en los últimos años. Las investigaciones continúan para localizar a los miembros de la organización responsable del alijo.

Fuentes policiales apuntan a que el cargamento podría alcanzar un valor en el mercado negro de 2,2 millones de euros. Ayer fueron trasladados a Son Reus entre grandes medidas de seguridad, en una operación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional. En el acto estuvieron presentes Ramón Morey, secretario general de la Delegación del Gobierno; Raúl Izquierdo, jefe del Área de Sanidad de la Delegación, y el director general de Tirme, Rafael Guinea. Este último apuntó que esta cantidad de droga no suponía un gran problema para la incineradora, con capacidad de destruir 50 toneladas de residuos a la hora. "Una vez en el horno, será cuestión de cinco minutos, diez a lo sumo", apuntó.