Un individuo de nacionalidad colombiana ha sido detenido por la Policía de Palma, por lanzar varios cócteles molotov contra un domicilio de la localidad de Sant Jordi, en venganza por la muerte de un perro, que falleció por accidente, al quedar enganchado por la cadena.

La Policía ha informado este domingo que a este individuo se le acusada de los delitos de incendio y daños, por unos hechos que ocurrieron a finales del pasado mes de agosto. La investigación ha sido complicada, de allí que se haya tardado tanto en localizar al presunto autor de estos hechos.

El joven, supuestamente, decidió cometer estos hechos días después de que apareciera muerta la perra, que falleció por el enganche accidental con un tronco mediante la larga cadena que la mantenía atada en el interior de la finca. La Policía no especifica si el animal era propiedad del detenido o lo era del dueño de la vivienda, aunque en cualquier caso el accidente del can se produjo en el interior de esta finca.

Los investigadores lograron averiguar que días después del accidente del animal un individuo desconocido se presentó en la finca a altas horas de la madrugada, aprovechando la falta de luz para no ser visto por algún testigo. Entró en la propiedad privada y penetró en el interior de la finca. Una vez dentro comenzó a destrozar una plantación de árboles frutales y realizó una serie de pintadas en el muro de la vivienda.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de julio en la vivienda de una finca situada en la zona de Sant Jordi

El animal murió de forma accidental, pero el detenido lanzó un artefacto incendiario en la casa

No le bastó cometer estos destrozos en la propiedad privada, sino que continuó con su plan vengativo por la muerte del animal, cometiendo otros hechos aún más graves. Lanzó un artefacto incendiario en el interior de la vivienda. Lo consiguió porque se encontró con una ventana abierta del domicilio. Por fortuna, los moradores de la vivienda no se encontraban en casa cuando se lanzó el cóctel molotov al interior. El individuo logró su objetivo, que no era otro que provocar un incendio en el interior del inmueble. Consiguió quemar varios muebles de la habitación donde cayó el artefacto incendiario, pero por fortuna el fuego no se extendió hacia el resto de la vivienda, lo que hubiera ocasionado unos daños mucho más graves. De hecho, el fuego se apagó por si mismo.

No fue hasta horas después cuando los propietarios del inmueble descubrieron los hechos. De inmediato se dieron cuenta que no se trataba de un incendio fortuito, puesto que en la habitación donde se concentró el fuego apareció un envase con líquido inflamable.

Los propietarios dieron cuenta a la Policía de lo ocurrido y contaron el accidente con el animal que se había producido días antes. Facilitaron algunas pistas a los agentes, a los que también les mostraron los destrozos ocasionados en la zona donde se situaban los árboles frutales, así como por las pintadas que aparecieron en la fachada. Dichas pintadas denotaban que eran una especie de venganza por la muerte de la perra.

La Policía ha tardado varios meses en localizar al sospechoso, aunque finalmente se le encontró y se le detuvo. Los investigadores han concluido que la razón de los hechos está relacionada con la muerte de la perra en la finca, que en cualquier caso fue un incidente fortuito.