Un ladrón tuvo que ser hospitalizado el pasado fin de semana tras sufrir graves cortes en las manos al destrozar una cristalera para entrar a robar en un hotel en Alcúdia. El delincuente dejó un reguero de sangre que permitió a la Policía Local dar con él en un edificio cercano en el que también se había colado.

Los hechos ocurrieron hacia las cuatro y cuarto de la madrugada del domingo. El recepcionista de un hotel alertó de que había encontrado manchas de sangre en la zona del comedor y la cocina, pero no había localizado al intruso. Los agentes siguieron el rastro de sangre y recibieron el aviso de que había saltado la alarma en una vivienda cercana. También allí encontraron manchas y finalmente hallaron al sospechoso en la terraza de un chalé colindante. Tenía heridas muy graves en las manos, por lo que los policías solicitaron una ambulancia. El acusado fue trasladado a un hospital para ser atendido, ya detenido y custodiado por agentes de la Guardia Civil.