Agentes del Equipo Roca (Robos en el Campo) de la Guardia Civil han imputado a tres hombres por media docena de robos de metal cometidos en distintas explotaciones agrarias de la zona norte de la isla. Uno de ellos desmanteló tres líneas eléctricas que abastecía los sistemas de regadío de plantaciones de patatas al llevarse unos 700 metros de cable, con lo que consiguió un botín al peso de unos 4.200 euros, aunque ocasionó pérdidas mucho mayores a los propietarios.

El Equipo Roca, un grupo de la Guardia Civil especializado en delitos cometidos en explotaciones agrarias, recibió a lo largo de las últimas semanas varias denuncias sobre la sustracción de material metálico de distintas fincas de sa Pobla, Muro y Pollença. 

La más grave era el desmantelamiento de los tendidos eléctricos que abastecían al sistema de regadío de diversas fincas de dedicadas al cultivo de patatas en los términos de sa Pobla y Muro. El ladrón cortaba la corriente y subía a uno de los postes que sustentan el cableado. Cortaba los cables y desde el suelo iba arrancándolos de los otros postes a tirones. A lo largo del último mes cometió tres de estos robos.

En total se hizo con unos 700 metros de cable de cobre, valorados al peso en unos 4.200 euros, pero ocasionó perjuicios muy superiores a los propietarios, que se quedaron sin posibilidad de regar las cosechas.

Los agentes del Equipo Roca iniciaron una serie de vigilancias en las fincas y controles en centros de reciclaje, que les permitieron identificar al sospechoso de estos robos, y a los presuntos autores de otras sustracciones de metal en la misma zona. Uno de ellos habría sustraído las persianas de aluminio de las casetas de contadores eléctricos de las explotaciones agrarias. Otro supuestamente se llevó unos motores de riego del interior de unas casetas.

Las gestiones de la Guardia Civil permitieron imputar a los tres presuntos ladrones, que operaban cada uno por su cuenta, y recuperar gran parte del material metálico sustraído. En total decomisaron 450 kilos de cable de cobre, 300 kilos de baterías y 105 kilos de persianas, con un valor total al peso de unos 12.000 euros.