La Paca, la antigua matriarca de de Son Banya, fue detenida ayer por la tarde por la Guardia Civil en una de las mayores operaciones contra la droga de la historia de Mallorca. Un centenar de agentes practicaron a lo largo de todo el día 53 registros domiciliarios, la mayoría en Palma, que culminaron por la tarde con la toma del poblado de Son Banya. La cifra de detenidos se contaba por decenas. Los guardias se incautaron de diversas cantidades de estupefacientes y dinero.
Durante la intervención en Son Banya la Guardia Civil llevó a cabo cinco registros en puntos de venta de droga, que se saldaron con veinte detenidos. Entre ellos estaba Francisca Cortés Picazo, la Paca, quien durante muchos años estuvo considerada la principal traficante de la isla. La Paca, de 66 años, se encontraba actualmente en tercer grado tras cumplir varias condenas. Los investigadores consideran que en la actualidad su papel en el tráfico de drogas en el poblado era muy secundario.
La operación Origen es fruto de una larga investigación del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil sobre varias organizaciones que presuntamente controlaba decenas de puntos de venta de droga en Palma y la Part Forana. Las pesquisas se ampliaron a las inversiones que los responsables realizaron con los beneficios del narcotráfico, lo que supondría un delito de blanqueo de capitales.
Una vez finalizada las fase previa de investigación ayer se pasó a la segunda parte: el registro de más de cincuenta domicilios relacionados con los presuntos narcotraficantes. Para ello la Guardia Civil había trasladado esta semana desde la península a unos setenta agentes del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), especialistas en estas intervenciones, para que colaborasen en la operación junto a los miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) y los integrantes del grupo antidroga.
Sobre las siete de la mañana de ayer el gran operativo, en el que participaron más de un centenar de guardias, se puso en marcha. Los agentes se repartieron entre las decenas de domicilios con órdenes judiciales de entrada y registro. Las viviendas allanadas estaban diseminadas por toda Palma: en la calle Manacor, Rei Sanç, el Camí Salard, Son Llull (Son Rapinya), La Soledat y Sant Jordi, así como en la Colònia de Sant Jordi.
En varios casos los agentes forzaron las puertas con arietes y sorprendieron a los moradores mientras dormían. En las inspecciones intervinieron los guías caninos de la Guardia Civil, que revisaron las casas con perros adiestrados para la localización de droga y dinero escondidos.
Y la guinda llegó a las seis de la tarde, cuando un gran contingente policial tomó Son Banya. Una vez controlados los accesos al poblado, los investigadores se desplegaron por varias viviendas, consideradas puntos de venta de drogas, y realizaron más registros.
En el poblado fueron inspeccionados cinco puntos de venta de droga y hubo 20 detenidos, entre ellos Francisca Cortés, la Paca.
Los guardias se incautaron de diversas partidas de droga, dinero en efectivo y documentación que será analizada a lo largo de los próximos días. Además del tráfico de droga, los investigadores tratan de dilucidar las inversiones que la banda realizó con los beneficios de la venta de estupefacientes, lo que permitiría acusarles de un delito de blanqueo de capitales e intervenir esas propiedades.
En el registro de una vivienda de la calle Manacor una de las moradoras sufrió una crisis de ansiedad, por lo que los guardias civiles requirieron una ambulancia. La mujer fue evacuada en una silla de ruedas hasta el vehículo sanitario y trasladada a un hospital.
Los vecinos de una de las casas allanadas en Son Rapinya explicaban que los moradores habían okupado la casa hace unos tres años, reemplazando a unos okupas anteriores. Estas personas, explican, eran muy conflictivas y habían protagonizado algunos altercados violentos.
Con la operación Origen los investigadores de la Guardia Civil consideran desarticulada tres de las principales organizaciones de narcotraficantes de la isla. Aparte de los numerosos puntos de venta de droga los narcos presuntamente tenía sus propios canales de introducción de droga.
La gran cantidad de detenidos desbordó la capacidad de los calabozos de la Guardia Civil, por lo que una parte tuvieron que ser dejados en custodia en la Jefatura Superior de Policía y en el cuartel de la Policía Local de Calvià.
