Agentes de la Policía Local de Palma identificaron el pasado sábado a tres chicos que estaban tirando piedras a los coches que circulaban por la Vía de Cintura desde el puente de Son Rapinya. Los tres chicos quedaron imputados por un delito contra la seguridad del tráfico, ya que presuntamente pusieron en serio riesgo a los conductores. Durante los últimos años se han registrado varios casos de menores que tiran piedras a los vehículos en la Vía de Cintura, que han ocasionado graves daños y heridas a varias personas.

Los adolescentes fueron sorprendidos por los agentes poco después, cuando realizaban pintadas en una caseta de alumbrado de las proximidades. Uno de los conductores que recibió una pedrada explicó que había perdido el control a consecuencia del impacto, aunque logró estacionar en el arcén.

El incidente, según informan fuentes de la Policía Local de Palma, ocurrió sobre la medianoche del pasado domingo en la Vía de Cintura, a la altura de Son Rapinya. Un conductor recibió un fuerte impacto en la parte delantera de su vehículo cuando pasaba por debajo del puente. El hombre llegó a perder el control del coche, aunque pudo recobrarlo y aparcar en el arcén. Cuando salió del vehículo encontró una piedra del tamaño de una mandarina, que le habían arrojado desde el puente y que había quedado alojada entre el capó y el parabrisas.

En ese momento oyó un fuerte golpe y vio que otro coche que circulaba por la vía había recibido otra pedrada que le había alcanzado en la luna y que había quedado fracturada. Cuando miró al puente que conduce al Camí de Son Rapinya vio a tres jóvenes agazapados en la barandilla. 

El conductor avisó al 112 y varias patrullas de la Policía Local se dirigieron al lugar. Poco después encontraron a tres chicos que correspondían con la descripción y que estaban haciendo una pintada en una caseta eléctrica en la calle Andalucía, cerca del lugar del incidente. Se trataba de tres adolescentes de 14, 15 y 18 años. 

Los chicos negaron haber arrojado piedras a los coches, aunque reconocieron que estaban en el lugar y que habían visto a los vehículos que se detenían. Fueron imputados por un delito contra la seguridad del tráfico, y quedaron bajo la custodia de sus padres.

Durante los últimos años se han registrado varios incidentes similares, protagonizados por jóvenes que arrojaban piedras a los coches que circulaban por la autopista de Inca, la de s’Arenal y la Vía de Cintura y que provocaron heridas a varias personas. La Policía montó varios dispositivos de vigilancia y arrestó a dos de ellos.

A lo largo de los últimos días la Policía Local ha realizado diversos servicios preventivos para garantizar la seguridad ciudadana en Palma. En un control realizado el jueves en Son Rapinya, los agentes pusieron seis denuncias por ensuciar la calle y otras cuatro por llevar objetos para actuaciones ilegales. Ese mismo día se pusieron otras cuatro denuncias por botellón en el Parc de ses Estacions.

El viernes se llevó a cabo un control de vehículos en Son Gotleu en el que se impusieron dos denuncias por no llevar cinturón de seguridad, una por tener la ITV caducada, una por tenencia de drogas y dos por la Ley de Seguridad Ciudadana..

El domingo, en otro control en el polígono de Son Castelló, se levantaron quince actas por botellón. En es Coll den Rabassa se impusieron tres denuncias por ITV caducad, una por no tener en regla el seguro del vehículo, otra por no llevar la matrícula correctamente colocada y dos por llevar elementos antirreglamentarios en ciclomotores.

En el Parc de ses Estacions se levantaron siete denuncias por botellón, una por causar molestias con un altavoz (que fue intervenido), dos por faltas de respeto a los agentes. Una mujer fue detenida por atentado contra un agente. En Son Gotleu se impuso una denuncia por ITV, dos por circulación, una por llevar objetos par actuaciones ilegales, una por tenencia de estupefacientes y dos por consumo.