Francisca Cortés Picazo, 'La Paca', volvió ayer a la Audiencia Provincial. Pero esta vez no lo hizo por sus problemas con la justicia, sino para arropar a su hermano Isidro, 'El Moreno', en la primera sesión del macrojuicio por tráfico de drogas. La histórica matriarca del poblado de Son Banya está actualmente en tercer grado penitenciario tras sus largas condenas por casos de narcotráfico, blanqueo de capitales, secuestros y torturas. 

‘La Paca’ quiso estar al lado de los suyos pero se mantuvo en un discreto segundo plano, acompañada por varios familiares. Al saberse reconocida y fotografiada por los reporteros gráficos que cubrían la vista oral, trató de ocultarse de los objetivos tras uno de los muchos vehículos policiales desplegados por la zona. 

‘El Moreno’, para quien la fiscalía reclama cinco años y dos meses de prisión por delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal, entró en la Audiencia Provincial en silla de ruedas por su delicado estado de salud, que le impide caminar. En el banquillo se sientan también su mujer, ‘La Rosario’, y uno de sus hijos, acusados todos de vender hachís, cocaína y marihuana en una de las viviendas del poblado de Son Banya.

La mañana transcurrió sin incidentes gracias al imponente operativo de seguridad desplegado por la Policía Nacional tanto dentro como fuera de la Audiencia Provincial. Solo se vivieron momentos de tensión en una de las salas cuando fotógrafos y cámaras de televisión accedieron para tomar imágenes de los acusados al comenzar el juicio. Muchos de los sospechosos increparon a los reporteros, mientras los policías y el agente judicial trataban de calmar los ánimos.