Un joven de 19 años ha ingresado en prisión por una oleada de violentos atracos y agresiones cometidos en las últimas semanas en Palma. El acusado actuaba junto a varias personas a las que conoció en el edificio okupado de la calle Manacor, desalojado y tapiado tras un incendio que, según sospecha la Policía, habría provocado él. Los investigadores le imputan siete delitos por asaltos con cuchillos, martillos y gas pimienta. A una de las víctimas la atacaron días después por haberles denunciado. 

Según explica la Policía, el acusado es un argelino que llegó a Palma hace cuatro meses y acumula nueve detenciones. Sus primeros arrestos fueron por hurtos al descuido, pero a principios de septiembre conoció en el edificio okupado a un grupo de jóvenes con los que acabó cometiendo violentos atracos.

La banda, formada por este acusado y otras tres personas, asaltó el 16 de septiembre a un joven en la zona de la calle Manacor y le robaron el teléfono móvil y el dinero que llevaba. La víctima denunció el atraco y la Policía detuvo a los cuatro sospechosos. Tras quedar en libertad por orden judicial, decidieron vengarse. El día 19 por la noche esperaron al joven en las inmediaciones de su casa y, cuando llegó, le atacaron con un cuchillo y lo rociaron con un espray de pimienta.

Cuatro días después, el delincuente ahora detenido trató de ocupar una vivienda en la zona de de Pere Garau, pero la alarma instalada en el inmueble se activó al detectar su presencia y tuvo que escapar.

El 24 de septiembre, junto a uno de sus compinches, cometieron otro robo con violencia. Su objetivo fue un trabajador autónomo que acababa de cobrar 600 euros y estaba a punto de ingresarlos en un cajero automático. Los dos jóvenes iban armados con un cuchillo y un martillo y amenazaron a la víctima para que les diera el dinero. La víctima trató de resistirse, pero uno de los asaltantes le dio un martillazo en el brazo que le hizo soltar los billetes. 

En los días siguientes, el acusado siguió cometiendo robos. Uno de ellos, el de un patinete eléctrico que ha podido ser recuperado por la Policía Nacional. Según las investigaciones, el sospechoso está también detrás de un robo con violencia cometido el 26 de septiembre en el interior edificio okupado de la calle Manacor. Según la víctima, dos jóvenes la abordaron y le exigieron con amenazas que les diera unas joyas. La mujer explicó que logró refugiarse en una de las viviendas de la finca. Poco después, se declaró un incendio en el tercer piso del inmueble. La perjudicada quedó atrapada en la azotea y tuvo que ser rescatada por los bomberos. Los investigadores creen que el detenido provocó el incendio, pero por el momento no ha sido formalmente acusado.

Tras este grave incidente, los propietarios de la finca aprovecharon que había sido desalojada para tapiar todos sus accesos. El sospechoso estuvo escondido desde entonces. El pasado jueves hacia las cuatro de la madrugada se coló en una vivienda, cuyos moradores estaban dentro, para intentar acceder desde allí el edificio clausurado de la calle Manacor. Fue sorprendido y la Policía Nacional lo detuvo por la retahíla de robos y agresiones cometidos en las últimas semanas. 

El joven, acusado de siete delitos de robo con violencia e intimidación, obstrucción a la justicia, hurto y allanamiento de morada. El pasado viernes, la jueza de guardia decretó su ingreso en prisión preventiva. La Policía mantiene abierta la investigación para esclarecer otros delitos.