Una familia, formada por una pareja octogenaria y el hijo de la mujer, de 59 años, ha fallecido durante el incendio ocurrido esta madrugada en una vivienda en Ricote, según ha informado a primera hora de la mañana el Centro Regional de Emergencias 112 de la Región de Murcia.

Alicia Abenza, de 88 años, dueña de la casa, era usuaria del servicio de teleasistencia y pulsó el botón de alarma para alertar del fuego que se había producido en el inmueble a las 02:06 horas de la madrugada. Tanto ella como su pareja, Jose, de 81 años, han fallecido junto al hijo de la mujer, José Ángel Turpin, que hace poco sufrió un accidente de coche.

Al lugar se movilizaron patrullas de la Policía Local, Guardia Civil, bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región de Murcia y ambulancias con personal sanitario de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061.

A la llegada de los servicios de emergencia, los efectivos no pudieron rescatar a los ocupantes de la vivienda, que ardía por completo. Los bomberos apagaron el fuego y hallaron a tres personas que se encontraban dentro, ya fallecidas.

Guardia Civil investiga las causas que provocaron las llamas.

Tres días de luto en Ricote

El alcalde de Ricote, Rafael Guillamón, ha asegurado horas después, en declaraciones a La Opinión, sentirse "consternado" y ha lamentado este "terrible" suceso.

"Era una familia muy querida por los vecinos", ha señalado el regidor, quien ha informado de que ha decretado tres días de luto oficial en el municipio y ha suspendido los actos organizados para este fin de semana. "Estamos a disposición de la familia, para lo que necesiten", ha expresado.

La anciana Alicia, muy querida en el municipio

Alicia Abenza se trasladó cuando era muy joven, hace 70 años, a vivir a Ricote. Aficionada a tocar el piano, era muy conocida y querida por el resto de vecinos de la localidad, vivía con su hijo y su pareja, Jose.

"Educada y elegante", los vecinos cuentan que en los últimos años la fallecida apenas había salido de casa porque le resultaba difícil andar y sufría problemas oculares que le habían producido una gran pérdida de visión.

De ella destacan su coquetería: "Siempre se pintaba los labios, perfectamente, pese a lo poco que veía", cuentan con cariño sus conocidas, que han conocido esta mañana la triste noticia de su muerte.