La Policía Nacional detuvo hace unos días en Palma a un individuo de 41 años de edad, que está acusado de protagonizar un robo con violencia cometido en un establecimiento de la barriada de Son Roca. Días después, en concreto el pasado lunes, volvió a ser arrestado, está vez acusado de un delito de tenencia ilícita de armas.

Según han detallado fuentes policiales, los hechos ocurrieron el pasado día 26 en la barriada de Son Roca, en Palma. Un vecino de la zona avisó a la Policía porque en un establecimiento de la zona se estaba produciendo una reyerta, en la que se estaba utilizando un arma blanca.

Inmediatamente acudieron varias patrullas al lugar de los hechos y vieron a un individuo muy alterado, haciendo aspavientos, a la vez que era custodiado por los trabajadores de un establecimiento comercial. Al mismo tiempo, también era atendido por un agente de la Policía Local de Palma, que estaba fuera de servicio.

Los testigos detallaron que se produjo un forcejeo entre los trabajadores y este individuo, porque había intentado sustraer efectos del interior de la tienda. Al ser descubierto mientras robaba, al hombre se le cayó un arma blanca al suelo, que llevaba entre sus pertenencias.

Los empleados se dieron cuenta que el sospechoso intentaba pasar la línea de caja portando objetos escondidos entre sus ropas. Ninguno de estos objetos había sido abonado. Ante la evidencia de que se estaba cometiendo un robo se inició un forcejeo entre los trabajadores y el supuesto ladrón, que se mostró muy violento.

Una de las empleadas logró coger algunos de los efectos robados. El hombre se enfrentó a la mujer, levantándole su vestimenta. También le arañó la barriga y empujó a la mujer para poder huir, aunque no lo logró, al ser retenido por los testigos.

Después de ser detenido y puesto a disposición judicial, el hombre quedó en libertad. Tres días después la Policía volvió a recibir una llamada del mismo establecimiento. El ciudadano que llamaba indicó que había aparcado un coche en el aparcamiento del comercio con una escopeta en su interior. El coche llevaba aparcado desde el día 26, ya que pertenecía al individuo que había intentado cometer el robo.

Los agentes comprobaron que en el interior del vehículo había una escopeta con el número de serie borrado. También apareció la documentación a nombre del mismo individuo, así como munición para el arma y trece bastones modificados con la punta metálica.

Los policías se trasladaron al domicilio donde residía el sospechoso, que fue quien abrió la puerta e indicó que el arma era suya y que no tenía licencia de la misma.

Ante estas circunstancias fue detenido por segunda vez, esta vez acusado de un delito de tenencia ilícita de armas.