Un militar, un guardia civil y un vigilante de seguridad que se encontraban de guardia en el Palacio de la Almudaina, reaccionaron ayer con celeridad al descubrir que una turista se había desplomado junto a la Catedral de Palma tras sufrir una parada cardiaca.
El cabo, de guardia y con conocimiento de primeros auxilios, realizó a la víctima, una mujer neozelandesa de 62, maniobras de reanimación cardiopulmonar, mientras el vigilante de seguridad le aplicaba un desfibrilador hasta reactivar sus constantes vitales. El guardia civil, por su parte, reguló el tráfico para facilitar la llegada de la ambulancia. Las asistencias sanitarias del Ib-salut acudieron posteriormente para estabilizar a la paciente y trasladarla a una clínica de Palma.
«Unos obreros se acercaron y dijeron ‘¡necesitamos ayuda, una mujer se ha desmayado!’ y fui para allá», apuntó el cabo Jerónimo Paris. Era sabedor de que sus conocimientos de primeros auxilios serían de utilidad.
El incidente ocurrió sobre las nueve y media de la mañana de ayer junto a la Catedral de Palma. Una turista neozelandesa, de repente, se desplomó al suelo al sufrir un paro cardiaco. El colapso de la mujer fue descubierto por uno de los guardias civiles de las puertas del palacio. De inmediato acudieron al lugar junto a un vigilante de seguridad y el cabo que estaba de guardia. Se dio la circunstancia de este era un cabo con conocimientos de primeros auxilios.
Entre el militar, el vigilante y el guardia civil lograron poner a salvo a la turista. El cabo París le realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar. Acto seguido, con la ayuda del desfibrilador disponible en La Almudaina, trataron de reactivar sus constantes vitales.
Sangre en la cabeza
«La mujer tenía sangre en la cabeza al caerse a plomo. Estaba colorada, inconsciente y en parada», explicó el cabo París. El desfibrilador, por sí solo, no fue suficiente para recuperarla. «Le realicé otra vez las maniobras de reanimación. Volvió a recuperar el pulso y abrió los ojos. Entonces la coloqué en posición lateral de seguridad», abundó el militar.
Hasta el lugar también se desplazaron las asistencias sanitarias del Ib-salut a bordo de una UVI móvil y una ambulancia convencional. Una vez que las constantes vitales de la paciente se habían estabilizado, esta fue trasladada a una clínica de Palma en estado grave, pero con vida.
