La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a puerta cerrada a un joven zaragozano identificado como Daniel A. R. por, supuestamente, haber obligado a su pareja de 15 años a mantener relaciones sexuales sin preservativo hasta en tres ocasiones. Por estos hechos, tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la letrada Amanda Lahoz solicitaron una pena de once años de cárcel por un delito continuado contra la libertad sexual y una indemnización de 3.000 euros hacia la víctima en concepto de responsabilidad civil.

De acuerdo al escrito de calificación del ministerio fiscal, los hechos se remontan a la tarde del 14 de septiembre de 2021 en la capital aragonesa. Fue ese día cuando ambos habían quedado en casa del acusado a través de Instagram con la idea de mantener relaciones sexuales. No iba a ser la primera vez, ya que ya habían quedado apenas unos días antes.

Cuando ya se encontraban juntos en la habitación, Daniel le dijo a la víctima que no tenía preservativos, de modo que ella se negó rotundamente a hacerlo sin protección. Sin embargo, el enjuiciado insistió en ello con frases del tipo «fíate de mí», «no me vas a dejar así», «si quiero, va a pasar» o «es tu obligación».

Según este relato de hechos del ministerio público, acto seguido le tumbó en la cama bruscamente, se echó encima de ella y le agarró con fuerza los brazos para mantener relaciones sexuales.

Una navaja

La joven no se resistió ya que recordó que el procesado llevaba siempre consigo una navaja e incluso en alguna ocasión anterior le había asegurado que así lo hacía «porque nunca se sabe». Además, la puerta del dormitorio estaba cerrada con pestillo y en otro espacio de la vivienda había un perro mezcla con raza Pitbull que podría ser agresivo.

A pesar de que ella se negó en todo momento, el acusado le habría obligado a mantener relaciones sexuales completas en dos ocasiones más y en unas condiciones similares a las relatadas con anterioridad. Tras este tercer y último episodio, Daniel abrió el pestillo y permitió a su novia que abandonase la vivienda.

Los hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional el 19 de septiembre, mismo día en el que se acordó de forma cautelar respecto al procesado una orden de alejamiento de 50 metros. La menor presentaba lesiones consistentes en equimosis en brazos, antebrazos y piernas.

La petición del ministerio fiscal y de la acusación particular también incluye por un delito leve de lesiones una multa de de 320 euros a razón de ocho euros durante 40 días. Concurre la agravante de parentesco.